El presidente ruso, Vladímir Putin, llegó hoy a Crimea para celebrar allí una reunión de su Consejo de Seguridad, días después de acusar al Gobierno de Kiev de preparar varios atentados terroristas en esta península.
Los dos países han incrementado la presencia de sus tropas en el istmo que separa Crimea de Ucrania después de que Moscú denunciara que un grupo de saboteadores de la inteligencia militar ucraniana trataron de entrar hasta tres veces en la península con el objetivo de “perpetrar atentados contra infraestructuras vitales”.
La visita coincide además con el 25 aniversario del golpe de Estado del ala conservadora del Partido Comunista soviético que precipitó la caída de la URSS, calificada por Putin de “catástrofe geopolítica” por la pérdida de territorios como Crimea, habitados por mayorías étnicas rusas.
Como primera reacción al presunto sabotaje organizado por Kiev, Putin rechazó mantener nuevas reuniones con su homólogo ucraniano, Petró Poroshenko, en el llamado formato de Normandía, en el que ambos líderes dialogan directamente con mediación de Alemania y Francia.
Mientras, el presidente ucraniano alertó ayer de que la probabilidad de que Rusia inicie una guerra en toda regla contra Ucrania “es notable”.