“Es increíble lo que está pasando/ El invierno desciende caluroso/ los ángeles orinan en las fuentes/ cantan los gallos a las nueve y media/ que es una hora sin ningún prestigio” MB.
Desde hace muchos años causa asombro la forma o táctica de actuar del régimen chavista, ya que desde tiempo de su creador se viene rompiendo con el orden constitucional y democrático, es decir, actuaba y ejercía funciones de gobierno de manera subversiva.
El régimen se ha caracterizado por transmitir una imagen de ficción, funcionando o gobernando de una manera frustrante porque sus acciones y resultados salen al revés, donde todo funciona al contrario, con anormalidad, con este régimen vivimos, según un modismo fantástico, en “un mundo bizarro”. En este momento agónico el régimen tiene más del 80% de rechazo de la opinión nacional; no se trata de ser un opositor para palpar y entender el majestuoso fracaso de gobernabilidad, el atentado al Estado, sus instituciones, al sector productivo y al saqueo al que han sometido al país.
De todos los atropellos y abusos en el ejercicio del poder se ha hecho eco la opinión internacional, no es casual que se haya activado la Carta Democrática en la OEA, que una representación valiosa de ex presidentes demócratas se pronuncien sobre el descalabro de Venezuela y su democracia, que el Mercosur, cuestione la legitimidad de este socio, que los Estados Unidos se cuiden de no ser infiltrados por la corrupción de los funcionarios del régimen, que el Estado venezolano sea altamente sospechoso de ser puente del narcotráfico, y militares de sus FABN involucrados, la gravísima crisis humanitaria es conocida en el exterior y se niegan a recibir ayuda, la violación de los D H, y los presos políticos son temas preocupantes en los organismos internacionales.
Todos estos aspectos y tantos más son parte de la inmensa mácula que lo cubre, y que lo califica como un régimen desprestigiado. Situación vergonzosa para un país como Venezuela, que tuvo prestigio de primer orden en el contexto continental americano; se escogió el camino y destino de la Cuba castrista, se asumió ese modelo, la imagen y fachada que hoy se tiene frente al mundo es haber perdido la alta prestancia y jerarquía democrática, y la de una nación con un empuje económico y social envidiable, reconociendo que se estaba en mora con ciertas reformas y cambios que habrían de darse si se hubiese continuado en la ruta democrática.
Por ello en este “mundo al revés” que se empeña en diseñarnos el régimen con secretos, mentiras, engaños y mafias, el verso de Benedetti, lo describe con acierto: “Por eso y porque nadie se da cuenta/ es increíble lo que está pasando/ Cuando llegue el momento de creerlo/ se me caerá probablemente el alma”.