Vestido de blanco, con unas cuantas flores en su mano derecha y un crucifijo en el pecho, el 18 de febrero de 2014, Leopoldo López se entregó a las autoridades venezolanas que lo acusaban de instigación pública, daños a la propiedad, incendio y asociación para delinquir.
Decían –y hasta hoy lo mantienen- que era el responsable de las decenas de muertes ocurridas en las manifestaciones de calle.
El momento en que efectivos de la Guardia Nacional lo sujetaban fuertemente para trasladarlo hasta la cárcel, quedó plasmado en una fotografía que luego se convirtió en la portada de su libro: Preso pero libre, escrito desde lo oscuro del recinto militar de Ramo Verde y cuyas líneas testimoniales confirman que Leopoldo, ya no es simplemente el líder del movimiento político Voluntad Popular (VP) sino que se convirtió en la figura máxima de la oposición venezolana al Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En lugar de quebrarlo, lo han engrandecido, ese ha sido el gran éxito del Gobierno, dijo el expresidente español, Felipe González, en la presentación del texto en aquel país. López, asegura que cuando salga del “cautiverio” estará más fuerte de alma, mente y cuerpo.
Este jueves el libro fue presentado por primera vez en territorio venezolano. La sala alternativa de la Fundación Juan Carmona en EL IMPULSO fue el escenario elegido para reunir a los seguidores de un hombre, que dos años después de su encarcelamiento, sigue al servicio de la nación.
El periodista José Ángel Ocanto, jefe de Redacción de esta casa editorial, manifestó encontrarse sorprendido porque pese a que Leopoldo escribió en las condiciones más adversas y absurdas, cargando sobre sus hombros las injusticias de un proceso torcido, no hay un trasunto de odio ni rencor, aunque sí varias alusiones duras, como las que dice sobre un fiscal que le confesó que no actuaba de buena fe.
Macario González, coordinador regional de la Mesa de la Unidad Democrática, también participó en la ceremonia de presentación del diario de Leopoldo, a quien catalogó como “el preso de conciencia más importante del mundo, que merece todo nuestro respeto y solidaridad”.
En ninguna de las páginas del libro encontramos a un hombre adolorido o eliminado, al contrario, “ese hombre está lleno de esperanzas por el futuro de Venezuela”.
Un futuro que los venezolanos hoy labran, con la insistencia de un referendo revocatorio, tema que aderezó el acto de manifestación de apoyo a Leopoldo.
A través de un video, el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, mostró su deseo de que el líder opositor salga de la prisión y “lidere la reconstrucción de su país”.
Roland Carreño, encomendado para presentar las notas de Leopoldo en diez ciudades del país, invitó a los venezolanos a unirse a la manifestación de calle el próximo 1º de septiembre en Caracas, convocada por la Mesa de la Unidad Democrática, a fin de insistir al Consejo Nacional Electoral que permita que la consulta popular sea este año.
Tras bañar los ejemplares con pétalos de rosas, la frase: ¡Viva Leopoldo! resonó en la sala.
Confesiones de una madre
“Desde el día que se entregó estoy triste”, confesó Antonieta Mendoza de López, madre de Leopoldo, a la periodista Yayett Peralta; declaraciones que la profesional compartió con los asistentes a la presentación del libro Preso pero libre.
Sin embargo, esta madre venezolana dijo admirar el temple y fortaleza que ha caracterizado a su hijo en su lucha: “cada día lo admiro más”.
Antonieta Mendoza insistió en lo difícil que fue recopilar las notas para el libro, los primeros meses la tarea no era tan ardua, pero después, muchos apuntes fueron arrebatados por militares que entraban a la celda de madrugaba y cargaban con todo. Finalmente lograron su objetivo porque Leopoldo escribió notas en las piernas de su madre y de su hermana Diana.
Aunque para la ocasión, Antonieta Mendoza no estuvo presente personalmente, recomendó a los venezolanos leer especialmente el capítulo 7 del libro, en donde el político expresa su concepto de lucha cívica y el derecho a la protesta.