La entrada repentina de dos hombres armados al Complejo Deportivo Simón Bolívar la tarde del martes, en el horario de entrenamiento de las gimnastas fue el pie que traspasó la línea de paciencia de los representantes y entrenadores. Por eso, ayer, se plantaron firmes en la avenida Hermann Garmendia, al este de la ciudad, para protestar por la inseguridad que desequilibra la rutina de quienes allí laboran y de los que se forman como futuros deportistas de alto rendimiento del estado Lara.
“Atletas en peligro” repetían al unísono las gimnastas, madres, padres y entrenadores durante la manifestación, una consigna que más allá de ser una advertencia desbordaba, la angustia de que unas 1.000 atletas, la mayoría menor de edad, sus acompañantes y 13 entrenadores estén expuestos a la delincuencia porque los hampones no tienen ningún tipo de impedimento para entrar al recinto deportivo.
Así ha quedado en evidencia en los más de 20 atracos cometidos dentro del complejo este año. En el último, el par de delincuentes ingresó a las instalaciones y le robó el teléfono a una representante que esperaba en las áreas externas del centro de entrenamiento. Un grupo de madres corrió a avisar sobre el atraco a los técnicos y estos junto con unas 80 niñas debieron encerrarse en un salón para protegerse. Antes, en julio, hurtaron equipos de sonido e implementos de uno de los dos gimnasios, recordó la entrenadora Andrea Mayerston.
Razones estas para que varias madres decidieran retirar a sus hijas del deporte y otras se unieron a la protesta para exigir la instalación de un módulo policial permanente y vigilancia constante en puntos estratégicos, pues las personas contratadas por la Fundación del Deporte del Estado Lara (Fundela) son insuficientes para resguardar todo el perímetro y tampoco poseen armamento para defenderse.
“Lo que queremos es seguridad para las niñas porque el Gobierno habla sobre implementar valores en el deporte. Yo quiero que mi hija sea una atleta, pero no nos dejan por miedo a la inseguridad”, reclamó Nancy Pacheco, cuya hija de seis años tiene ocho meses practicando gimnasia.
A la solicitud se adhirió otras de las madres presentes en la manifestación, Patricia Colmenárez: “Necesitamos que, por favor, nos mantengan seguridad dentro de las instalaciones para que podamos tener atletas ya que la niñez se está perdiendo. La gente no está haciendo deporte. Tenemos que aprovechar a los niños que tienen la responsabilidad de venir a diario a practicar su deporte”.