Al dejar para octubre, sin precisar día, el inicio de recolección del 20 por ciento de las firmas necesarias para solicitar la realización del referéndum revocatorio al mandato de Nicolás Maduro y someterlo a la voluntad del Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral está ocasionando un efecto destructivo a la democracia y a la confianza en el voto para resolver nuestros problemas.
Tal es la opinión del Dr. Ramón Guillermo Aveledo, ex secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, al ser consultado por EL IMPULSO.
Es una muestra patética de la confusión que se hace entre partido y Estado, expuso. Un órgano del poder público nacional, como el CNE, actuó al servicio de los intereses de una parcialidad partidista y no de todos los ciudadanos, cuyos derechos está obligado a garantizar.
La cadena de Tibisay Lucena sólo puede interpretarse como un acto de propaganda dirigida a la desmoralización y a la resignación de los ciudadanos, que tendría un efecto muy negativo, totalmente destructivo, en la confianza en la democracia y en el voto como una manera de resolver nuestros problemas. Porque el referéndum revocatorio no es una amenaza a las instituciones. Es una institución consagrada en la Constitución.
¿Por qué lo inscribo en el mismo contexto la propaganda?, preguntó el Dr. Aveledo y dio la respuesta: Es similar a las declaraciones amenazantes de Diosdado Cabello a quienes firmaran, que por cierto no motivaron que la mayoría del CNE moviera siquiera una pestaña.
O las intimidaciones del alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, anunciando previamente las decisiones del CNE. O amenazando con inhabilitar a la Mesa de la Unidad Democrática como organización política cuando se trata de la opción política más votada en Venezuela. Nunca en la historia electoral había tenido tantos votos como los que sacó la tarjeta de la MUD. Y los discursos del Presidente también, amenazando a los funcionarios y a la gente que tiene vínculos con el Estado. Toda esa lógica de intimidación se hace con la presencia de altos oficiales de la Fuerza Armada, de magistrados del Tribunal Supremo y de funcionarios de organismos nacionales
Ahora, ¿qué es lo que corresponde? Seguir luchando por nuestros derechos. Con mucha serenidad, pero con mucha firmeza.
Es perfectamente posible que el referéndum ocurra si los venezolanos actuamos con serenidad y firmeza en la defensa de nuestros derechos.
Un crimen que deja pistas
Desde el punto de vista jurídico, técnico, administrativo, el referéndum es totalmente posible hacerlo este año, sostiene por su parte Eduardo Semtei, ex vicepresidente del Consejo Nacional Electoral.
Una comisión de nosotros, de Avanzada Progresista, estudió los lapsos y éstos dan, obedeciendo al espíritu de la ley. Pero, cuando Tibisay y las otras damas del CNE deciden que el proceso comenzara a finales de octubre, quiere decir que se come todos los veintiún días que quedan de agosto, el mes de septiembre y casi todo el de octubre. Si son 90 días, la celebración del revocatorio este año es absolutamente imposible.
Es una maniobra atroz, burda. Un crimen que deja pistas por todos lados. No es una cosa oculta, secreta, conspirativa. Al contrario, una agresión abierta, pública, desmedida, irresponsable, cínica contra el espíritu de la ley y de la Constitución, que previó la posibilidad de que un gobernante fuera revocado si no lo hacía bien.
Hay cuatro ramas del poder público que están contra el referéndum: Ejecutivo, Judicial, Moral y Electoral. Todos están articulados, ensamblados, para impedir a toda costa.
Además tienen una maniobra adicional: la presupuestaria. Si los plazos dieran, ya el CNE anunció que no tiene los recursos para poder realizar las elecciones de gobernadores y Consejos Legislativos, ni el revocatorio. Tiene, por tanto, que el Ejecutivo lo dote de esos recursos. Y como lo sabemos, no lo va a hacer.
Es una situación muy terrible y una provocación contra todo el país. Y contra el mundo: el papa Francisco, la OEA, Unasur, Parlamento Europeo y en general todos los gobernantes e instituciones que se pronunciaron por el referendo y el diálogo, pero el CNE le dio un palo a la lámpara.
Considera Semtei que la oposición ha debido utilizar las tres balas que tenía en la recámara: el revocatorio, el diálogo y las elecciones regionales.
Pero, prefirió utilizar una sola bala, la del referéndum.
Cree que es posible que haya el diálogo para poder ejercer presión sobre el Ejecutivo Nacional.
El gobierno está como el vampiro
El Dr. Williams Dávila, integrante de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, declaró que aunque la presidenta del CNE haya dejado para octubre la posibilidad de recoger las firmas para recoger el 20 por ciento de las firmas para realizar el revocatorio, el problema lo tiene el Gobierno.
A este enfermo terminal el médico, que es el pueblo, le dio el diagnóstico: enterrarlo mediante el revocatorio.
Tenemos por tanto que persistir en lograr ese objetivo con fe, disposición y organización, dijo. No podemos caer en el pesimismo porque existe la voluntad ciudadana de más de cuatro millones de electores para firmar.
Este gobierno está como el vampiro: con una estaca en el pecho.
Hay que mantener viva la esperanza y en tal virtud, la MUD se debe trazar como plan de acción llevar a cabo un intenso trabajo para obligar al CNE a que haga la convocatoria para que se efectúe el revocatorio antes de fin de año.
Considera el Dr. Dávila que es muy peligroso lo que está haciendo el CNE, por cuanto está negando un derecho constitucional, sobre el cual existen pronunciamientos por parte de la comunidad internacional. La imagen que está dando el país coloca a este gobierno como un régimen totalitario, arbitrario, que controla todos los poderes con excepción del Legislativo.l