Carlos José González Toro (48) falleció la mañana de ayer luego de ser baleado el pasado domingo en el caserío Los Toreños, de Guanare, estado Portuguesa.
El hombre fue auxiliado y trasladado al Hospital Miguel Oraá de Guanare y en vista de que no había cirujano de guardia se le dio el kit quirúrgico y con ello fue remitido hasta el Hospital Central Antonio María Pineda, de Barquisimeto.
El hombre fue ingresado a la 1:00 de la madrugada del lunes. De inmediato lo evaluaron los médicos, quienes indicaban que debían intervenirlo. La señora Inés González pensó que el haberlo traído a Lara sería la solución y confiaba en que su hermano se recuperaría, pero no contaba con que los doctores les dirían que no tenían anestesia, en el principal centro asistencial de la ciudad.
Los familiares de González Toro mandaron a buscar la anestesia. En horas de la madrugada recorrieron varios sitios, porque era necesario intervenir al lesionado, quien tenía la herida producida por el paso de un proyectil en el abdomen. No pudieron localizar nada. Su familia retornó al hospital de Guanare y tras hacer conocer el caso desde ese centro asistencial enviaron la anestesia.
Fue a las 12 del mediodía del lunes, cuando, tras pasar once horas de ser referido a HCAMP, el paciente fue llevado a quirófano.
Según su hermana fue sacado a las 6:00 de la tarde de pabellón, respondió muy bien a la cirugía y a la medianoche de este martes una enfermera lo sacó del área de recuperación. Desde ese momento comenzó a presentar problemas de respiración. Aunque avisaron a los médicos acudieron tarde y falleció a las 6:30 de la mañana de ayer.
Buscaron problemas
Sobre el hecho, la señora González comentó que su hermano desde hace ocho años trabajaba como obrero educacional y en ocasiones prestaba servicio de vigilancia a la misma institución.
Indicó que la víctima jugaba cartas con unos amigos cuando llegó un sujeto del caserío Las Cruces a buscar problemas. Era un desconocido que de forma repentina sacó un arma de fuego y le disparó a González Toro.
Con la muerte de este ciudadano, siete hijos quedan huérfanos, cinco de ellos menores de edad.