1.500 empleados que laboran en los distintos núcleos de la Universidad Fermín Toro, no solo se ven afectados como el ciudadano común por la escasez de comida, en esta fecha del mes aún se encuentran en espera del pago de su cestaticket.
La secretaria general del sindicato de la Fermín, profesora Yesenia Izarra, comentó que es una violación a la Ley de Cestaticket (la misma establece que los primeros cinco de cada mes debe ser cancelado el bono de alimentación), siendo un caso que vulnera el derecho al trabajo, salud e infringe una condición humana.
“Hay trabajadores que tienen más de día y medio sin comer, simplemente lo poco que les queda prefieren dárselo a sus hijos. Viéndose mermada la salud de todos; como ejemplo: el día de ayer se desmayó una de nuestras empleadas”, expresó Izarra.
Así mismo, la respuesta que obtuvieron por parte de las autoridades de la universidad fue que mantuvieran la calma porque se encontraban pidiendo un préstamo al banco para cancelar la cestaticket.
“Ante eso, nosotros nos preguntamos: ¿Si no han podido pagar la cestaticket como harán los próximos tres días que nos toca la quincena? Además, ¿Qué van hacer cuando los trabajadores se sigan desmayando de hambre?”.
Por otro lado, hizo hincapié en que los estudiantes se mantenían al día con sus pagos, puesto que si el alumno no cancela la cuota a tiempo, simplemente no puede acceder al plantel. Es decir que, el patrono está mal utilizando los recursos que le entran a la institución.
Ante dicha situación, tanto el personal obrero, administrativo y docente se dirige a cumplir sus horas laborales, sin embargo, ante la falta de energía y fuerza para trabajar, parte del sindicato se sienta en las afueras de la institución, a esperar que se efectúe dicho pago.
Nélida Torres, personal de mantenimiento, manifestó que este sábado cuando fue a pagar su abasto, simplemente no tuvo cómo cancelarlo, por dicha razón se regresó a su hogar con las manos vacías: “Mi niño estaba llorando anoche porque tenía hambre, y me exclamó que estaba cansado de esta situación; incluso me amenazó con salir a robar para adquirir sus alimentos”.