El icono filipino del boxeo, Manny Pacquiao, confirmó que abandonara temporalmente su retiro para pelear contra el campeón del peso welter de la Organización Mundial de Boxeo (WBO, por sus siglas en inglés), Jessie Vargas, el proximo 5 de noviembre en Las Vegas.
El deportista, que ahora ocupa un escaño en el Senado de Filipinas, emitió un comunicado el miércoles para confirmar el combate y apuntar que se entrenará para la cita en su país de modo que pueda atender sus labores legislativas, como prometió durante la campaña electoral.
Su asesor, Michael Koncz, dijo que Pacquiao realizará una gira promocional en Los Ángeles entre el 8 y el 10 de septiembre, y luego regresará a su país para cumplir con su trabajo en el Senado.
El llamado «Pacman», de 37 años, comentó que estaba emocionado por su vuelta al ring y que tiene que volver a pelear para ganarse la vida.
Antes de su última pelea en abril, afirmó que se retiraría. Durante la campaña para las elecciones del 9 de mayo, aseguró a los votantes en Filipinas que se concentraría en su trabajo legislativo si era elegido para el Senado.
«Sí, hay pelea. Acordé un combate el 5 de noviembre con el campeón reinante de peso welter del WBO, Jesse Vargas», dijo Pacquiao. «Boxear es mi pasión. Extraño lo que he estado haciendo al interior del gimnasio y arriba del cuadrilátero», agregó.
Pacquiao, quien creció en un vecindario pobre, señaló que boxear es su fuente principal de ingresos. Afirmó que no puede depender sólo de su salario como funcionario público.
El boxeador filipino se reunió el martes por la noche en Manilia con Bob Arum, presidente de Top Rank Boxing, y volverán hacerlo pronto para firmar el contrato, compartió Koncz.
