Cada cual carga con su cruz. La cruz que cargó Nuestro Señor Jesucristo fue, además de la suya Luminosa y anunciadora de las Buenas Nuevas, una cruz impuesta, derivada de situaciones políticas y religiosas. La sociedad del medio donde nació, vivió, cruelmente lo condujo hasta su propio sacrificio. El padre Javier Sangronis párroco de la congregación del templo del Buen Pastor, ha sido un sacerdote identificado con los problemas individuales y sociales de su parroquia. Es su cruz. Carga que ha sabido conducir con perseverancia, con optimismo, con fe, sin egoísmos, con toda su voluntad. Ya son bastante los años que con una convicción inquebrantable, de modo obstinado se ha empeñado en lograr que al fin se levante en la Urbanización Patarata II, el Templo consagrado a Jesús, el Buen Pastor. La edificación se levanta enhiesta, moderna, única en su arquitectura, pero con ese halo sustancial de las cosas consagradas al espíritu. El padre Javier es un clérigo sencillo, cordial, abnegado, su cruzde Buen Pastor, muy bien conducida prácticamente ha logrado su objetivo de levantar, al fin, un templo consagrado a Dios en la advocación de El Buen Pastor.
No le ha sido fácil mover cielo y tierra en pos de su propósito. Pero aún, pese a que ya la estructura está terminada, el templotodavía requiere de tantas otras cosas que seguramente las buenas almas de la feligresía desconoce, pero que si se acercan a la parroquia a consultar esa extremas necesidades seguramente tendrán generosamente toda la información requerida, y podrán ayudar al padre Javier, como abnegados Cirineos, en los requerimientos que demanda el templo. Está, pues, abierta la posibilidad de que las almas generosas se acerquen a él y contribuyan porque la iglesia de Patarata II, culmine triunfalmente como la casa de Dios dotada de todo lo que necesita para servir a sus ovejas en la buena conducción del padre Sangronis.
La iglesia el Buen Pastor al fin tiene presencia; ahora solo necesita que se tenga la colaboración desinteresada de su pueblo de fe, para que como buen resultado los moradores de las urbanizaciones aledañas y muchas otras sientan la satisfacción de haber contribuido a su total terminación. La cruz del padre Javier lo conduce al buen fin. En el templo del Buen Pastor ya se realizan oficios religiosos, pero todavía como ya lo dejamos dicho en esta crónica faltan muchas cosas que solo con la ayuda generosa de sus feligreses se pueden obtener. ¡Adelante, pues, padre Sangronis; que el optimismo le siga acompañando, esta cualidad está en su misión! La casa del Buen Pastor lo merece.
Carlos Mujica
@carlosmujica928