Un juez brasileño ordenó a los organizadores de los Juegos Olímpicos que permitan protestas pacíficas dentro de las sedes de las competencias, después que varios fanáticos fueron expulsados de estadios por exhibir carteles antigubernamentales.
Conforme la crisis política brasileña se profundiza, luego que el martes el Senado aceptó el procedimiento de juicio político contra la presidente suspendida Dilma Rousseff, muchos son los que llevan sus reclamos políticos a los eventos olímpicos. Su frase casi universal, exaltada en carteles escritos a mano y en camisetas y que se propaga como el fuego en las redes sociales, es «Fuera Temer», pidiendo la salida del presidente interino Michel Temer.
Pero un juez federal en Río decretó la noche del lunes que en la legislación especial aprobada para los Juegos no existe ninguna cláusula que restringa los derechos constitucionales de los brasileños a la libre expresión.
En una orden judicial temporal, que puede ser apelada, el juez amenazó con imponer multas de hasta 3.200 dólares a cualquiera que retire de las sedes a quienes realicen protestas pacíficas.
El COI prohíbe cualquier tipo de manifestación política durante los Juegos y ha suplicado a los aficionados no interrumpir las competencias. El comité organizador de los Juegos de Río planea solicitar al juez que reconsidere su fallo y hacer una apelación final, de ser necesaria.
«Este es un evento mundial, y creemos y esperamos que los estadios no se conviertan en una plataforma para el debate político», explicó el vocero del COI, Mark Adams, el martes, agregando que el Comité, no obstante, no planea hacer algo respecto a la ley brasileña.
Las manifestaciones políticas dentro de recintos deportivos no son nada nuevo. En los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi 2014, al líder del Partido Comunista ruso se le pidió retirar una bandera soviética que él y sus legisladores ondeaban.
El fallo del viernes por la noche del juez federal amenaza con multas de hasta viole el fallo.
Algunos brasileños que acuden a las justas olímpicas han mostrado carteles y utilizan camisetas con la frase «Fuera Temer», pidiendo la salida del presidente interino Michel Temer. Un video grabado con un teléfono celular que ha sido distribuido por redes sociales muestran a fuerzas de seguridad sacando a un manifestante de una sede de tiro con arco.
Los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica no podrían haber llegado en un momento más delicado políticamente, y se espera que los senadores voten el martes abrumadoramente a favor de un juicio político contra Rousseff.
Temer, que reemplazó en el cargo a Rousseff en mayo mientras la mandataria espera la decisión sobre su posible juicio político, fue abucheado al tomar la palabra en la ceremonia de apertura de los Juegos de Río. Sus índices de aprobación en las encuestas se encuentran en niveles igual de bajos que los de Rousseff, a quien muchos culpan de la corrupción generalizada en el Partido de los Trabajadores y de guiar a la mayor economía de América Latina a una profunda recesión.
Las protestas dentro de las sedes olímpicas han sido esporádicas y mayormente pacíficas, pero los intentos por prohibirlas son vistos por algunos brasileños como una señal de censura gubernamental. El domingo, un voluntario brasileño con el COI anunció que renunció a manera de protesta por lo que llamó violaciones a la libertad de expresión.
En un ejemplo en particularmente evidente, cuatro elementos militares fuertemente armados tomaron a un hombre sentado en las tribunas de un evento de tiro con arco el sábado y lo sacaron por la fuerza, generando reacciones de los aficionados. El incidente fue grabado con la cámara de un celular y compartido casi tres millones de veces en la red social Facebook.