El receptor venezolano de los Nacionales de Washington Wilson Ramos vive su mejor año ofensivo en las Grandes Ligas en su edición 2016. El paleador derecho, que en su momento fue uno de los mejores prospectos de las Mayores cuando pertenecía a los Mellizos de Minnesota, parece estar en plena explosión de todo lo que se esperaba del criollo.
Ramos, de 28 años, que llegó a los Nacionales en 2010 en un cambio, es el segundo mejor bateador de la Liga Nacional al tener promedio de .332.
Es la primera campaña para el criollo por arriba de .300 puntos y está encaminado a terminar sobre ese average. El oriundo de Valencia, Carabobo, se encuentra detrás de su compañero de equipo Daniel Murphy, quien batea para .356. El valenciano luego de la operación en sus ojos a la que fue sometida en la pretemporada le ha permitido tener mejor visión. Se ha demostrado en su desempeño y es uno de los pilares fundamentales de la buena campaña que experimentan los de la capital de los Estados Unidos.
En 92 cotejos en los que ha visto acción, Ramos, tiene 111 indiscutibles, 17 vuelacercas, remolcó 61 y 50 anotadas. Ningún receptor en todas las Grandes Ligas tiene esas estadísticas ofensivas. Ramos es líder entre los cátchers en average, imparables, jonrones (empatado con Evan Gattis), remolcadas, OBP, Slugging y OPS. El jugador superó su tope personal de vuelacercas al tener 17 cuando restan más d 50 compromisos en la ronda regular.
En la edición 2013 el toletero había conectado 16 estacazos y en la 2015 había logrado la misma cifra. En indiscutibles también quebró su propia marca personal conseguida el año anterior con 109. En empujadas está a siete de llegar a la cantidad de 68 (2015) y parece tener toda la oportunidad de hacerlo.
El jugador al finalizar la temporada puede declararse agente libre por lo que si no consigue contrato por parte de los Nacionales será uno de los agentes libres más buscados. Si hay algo escaso en la Gran Carpa son caretas con buena ofensiva.
Dupla letal
La dupla de Murphy-Ramos ha sido importante para el club de la Liga Nacional que se mantiene líder de la división Este. Ambos buscan emular lo conseguido por Magglio Ordoñez y Placido Polanco (2007), cuando vestían la camiseta de los Tigres de Detroit, y batearon para .363 y .341 respectivamente. Desde allí ninguna pareja de jugadores de un mismo equipo han llegado a finalizar por encima de .340. Solo ocho grupos de paleadores en los últimos 70 años de la Gran Carpa han terminado con tales estadísticas según la página Knuckleball y ellos son Derek Jeter-Robinson Canó con los Yanquis de Nueva York (2006), (Yanquis) Jeter-Bernie Williams (1999), Chuk Knobluch-Paul Molitor con los Mellizos de Minnesota (1996), Albert Belle-Kenny Lofton cuando eran ficha de los Indios de Cleveland (1994), (Yanquis) Wade Boggs-Paul O’Neill (1994), (Yanquis) Don Mattingly-Dave Winfield (1984) y Willie Mays-Don Mueller en 1954 con los Gigantes de Nueva York.