Ken Griffey Jr. caminó desde el muro al fondo del jardín central, avanzó entre los números «2» y «4» que adornaban el pasto del Safeco Field, besó sus dedos y tocó la zona del campo que patrulló brillantemente con el equipo.
Fue otro homenaje este verano para «The Kid» y Griffey disfrutó cada momento.
Los Marineros de Seattle retiraron el sábado en la noche el número 24 que utilizóGriffey como jugador durante una emotiva ceremonia a la que asistieron numerosos aficionados.
El nuevo miembro del Salón de la Fama hizo lo imposible por contener las lágrimas.
Toda la organización del equipo de los Marineros dio de baja ese número y la última vez que se le utilizó fue durante una práctica de bateo, en la que todos los jugadores e integrantes del cuerpo de entrenadores, salieron al campo luciéndolo en sus jerseys.
El programa de casi una hora de duración incluyó a ex compañeros de equipo, invitados especiales del Salón de la Fama de otros deportes y un video elocuente de cinco minutos narrado por el rapero ganador del Grammy, Macklemore, que puso de pie a todos los presentes en el estadio y dejó a muy pocos sin lágrimas.
También incluyó un mensaje de video de Willie Mays, quien reprochó a Griffey que no le devolviera la llamada cuando se anunció en enero que el ex pelotero sería consagrado en el Salón de la Fama.
Griffey hizo su aparición en el campo, impecablemente vestido; se detenía por momentos en el jardín central bañado de sol para agradecer la estridente ovación.
Fue una oportunidad para quienes no pudieron viajar para ver la consagración deGriffey en Cooperstown y agradecerle su aportación al béisbol en la costa noroeste frente al Pacífico.
«La verdad es que no puedo explicar lo que han sido las últimas dos semanas. Es algo inolvidable», declaró Griffey.
«Los aficionados, la gente, camino por las calles y me felicitan estrellándome sus palmas en lo alto como si hubiera anotado otra carrera. Este es un homenaje aquí para ustedes, amigos, por tratar como personas a los jugadores de béisbol, basquetbol y fútbol. Ustedes hacen sentirnos parte de la comunidad y quiero agradecérselos, amigos».