La escasez de comida y la crisis económica que golpea al país, ha privado a los venezolanos de poder realizar sus tres comidas diarias.
De esta realidad no pudieron escapar las instituciones educativas públicas del estado Lara que cuentan con el Programa Alimenticio Escolar (PAE) en el año escolar 2015-2016, pues según comentó un grupo de madres colaboradoras en los comedores escolares, conocidas como «madres de la patria», el menú de los infantes y adolescentes se vio más limitado conforme fueron pasando los días.
En esporádicas ocasiones pudieron contar con carnes o pollo. Fue algo difícil de ver, afirmaron. Ante ese escenario, la solución solía ser un plato de arroz con caraotas o una sopa de verdura acompañada de ensalada.
“Niños llegaban desmayados sin desayunar y esperaban el almuerzo, así fuera su platico de caraotas con arroz. También pedían para llevar porque en su casa no tenían nada para comer”, narró Adis Perozo, colaboradora desde hace más de siete años en una escuela de Ruiz Pineda.
“Los últimos días lo que nos llegó fue espagueti, arroz y caraota”, concordó Senovia Yépez, ayudante en la cocina de la Escuela Bolivariana Casta J. Riera, ubicada en la urbanización Rafael Caldera al oeste de la ciudad.
Algunas no perciben salario
Aunque la mayoría de las señoras llevan años prestando sus servicios recintos educativos, algunas ni siquiera reciben colaboración alguna.
Tal es el caso de Senovia Yépez, quien lleva más de 11 años velando por la comida de cientos de niños.
“Yo ahí lavo bandejas, hago jugo, limpio, en cualquier cosa ayudo (…) Me dijeron que no podía cobrar porque estoy vieja”.
Quienes devengan remuneración económica lo empezaron a hacer desde hace dos años, cuando pasaron a formar parte de la nómina del Ministerio de Educación.
“Gacias al presidente nos tomó en cuenta. A nosotros nos daban algo cada tres meses”, puntualizó Perozo.