En Venezuela tenemos dos graves problemas: la escasez de productos y la precariedad de los salarios. Para disminuir el primero, se debe garantizar el acceso de los productores a las materias primas. Dejo de lado el tema de asignación de divisas porque sostengo que, para tener una economía sana deben desaparecer los controles. Me refiero, entonces a los bienes colocados en el país que servirán para confeccionar los productos que consume la gente.
Para garantizar el abastecimiento se debe también atender el tema de los precios; éstos deben tomar su cauce natural, así el productor invertirá para reponer sus inventarios y en este proceso atenderá las necesidades de los consumidores. Es vital aclarar, no es que los precios suban mundialmente, es que el bolívar se debilita rápido por la inflación y el productor para no descapitalizarse se ve obligado a actualizar el valor de los productos. Esta es una corrección monetaria, no un incremento en los precios.
Explico, si en el mercado internacional un producto ha costado durante los últimos cinco años un dólar y aún sigue costando lo mismo, pero en Venezuela, en el mismo lapso, el producto pasó de costar diez bolívares a mil, la explicación es que antes diez bolívares equivalían a un dólar, pero hoy esa relación es de mil bolívares por dólar.
Abordemos ahora el gran tema ¿Cómo equilibrar los salarios? ¿Cómo lograr que la gente pueda vivir dignamente con su salario? Veamos el caso de una familia pobre compuesta por dos adultos y dos niños. Ambos padres trabajan, ganando salario mínimo. Sus gastos mensuales, en comida: harina 20.000; carne 15.000; huevos 6.700; pasta 6.000; arroz 7.200; frijoles 7.500; mayonesa 3.400; salsa tomate 3.400; aceite 3.000; leche 9.600; queso 11.200; mortadela 1.000; papas 4.800; tomates 4.000; cebolla 2.000; azúcar 8.000; café 4.000. Gastos en transporte 11.200. Gastos en ropa, promedio 10.000. En total 135.000. No se han incluido medicinas, artículos de higiene y limpieza, inscripciones y materiales escolares, tampoco gastos de casa, porque aunque humilde, es propia.
En resumen, esta familia tiene unos ingresos de 66 dólares mensuales y unos gastos que fácilmente superan los 150 dólares. ¿Cómo hace esta pareja para rebalancear su ecuación? Solo los centros de poder pueden desatar este “Nudo Gordiano”. Por eso, desde mi espacio ciudadano, convoco a los pensadores, de gobierno y oposición, para que discutamos y acordemos como detener el tsunami de la pobreza que amenaza con borrar del mapa, en algún momento, lo que resta de institucionalidad en Venezuela.