El 29 de julio venció la presidencia pro témpore de Tabaré Vázquez, jefe de Estado de Uruguay, ante el Mercado Común del Sur (Mercosur), por ahora el cargo está vacante, no obstante, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, manifestó en días pasados que la presidencia debe ser transferida sin retardo ni excusas a Venezuela, a quien le correspondería la sucesión por orden alfabético, como lo indica el protocolo del Mercosur.
Sin embargo Brasil y Paraguay rechazan que Venezuela asuma la conducción del grupo por no tener las condiciones políticas y económicas, además que debe tratarse la situación de los Derechos Humanos en el país.
Para Julio César Pineda, analista internacional, debe prevalecer el principio de un consenso entre todos los integrantes del órgano (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) a fin de definir la nueva presidencia.
Una de las tesis que existe es que Uruguay extienda su período por seis meses más o se le otorgue el turno a Argentina, que es el siguiente en la lista, en ambos casos “Venezuela tendría que ceder, pero en caso que la decisión no fuese aprobada por la canciller, pudiera inclusive existir una situación de ruptura”.
Pineda apunta que entonces los países pudieran invocar la Cláusula Democrática del Protocolo de Ushuaia I y II, que conlleva a la suspensión de cualquier firmante que amenace el orden, principios y valores democráticos.
Para que esto ocurra, todos los países miembros del Mercosur deben estar de acuerdo. El único caso en donde ha sido activada la Cláusula Democrática fue en 2012 con la suspensión de Paraguay, cuya sanción finalizó en julio de 2013.
Por ahora, “habrá que esperar hasta la próxima reunión” dice Pineda.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, hizo la solicitud de activación de la Cláusula Democrática sobre Venezuela en diciembre de 2015, a propósito de las denuncias de persecución a los políticos opositores al gobierno de Nicolás Maduro, sin embargo, la activación no prosperó por el rechazo de los países de la unión aduanera.
Venezuela no tiene las condiciones económicas
De acuerdo al politólogo Nicmer Evans, miembro de Marea Socialista, según los estatutos de Mercosur, sin duda alguna Venezuela debiera asumir la presidencia tal como le corresponde, sin embargo “no debo aislar el hecho de que el Protocolo de Ushuaia permite evaluar las posibles sanciones sobre Venezuela, que mantiene un modelo económico que va en contra del principio fundamental de lo establecido en el Mercosur”.
Evans refirió que cuando Venezuela ingresó a la unión, tenía las condiciones, pero ahora “no las tiene, pues la situación económica y la ausencia de productividad va en contra de ese modelo, entonces existe la posibilidad administrativamente de activar el Protocolo a menos que haya una propuesta de Venezuela de un cambio de modelo económico, que por ahora no se ha dado”.
Para Evans, el hecho de que países como Paraguay insista en la Cláusula Democrática sobre Venezuela para que sea sancionada, no es suficiente motivo para que no se le otorgue la presidencia, “sucede que Paraguay presiona por un tema de desquite, por la postura que mantuvo el presidente Chávez sobre el presidente Fernando Lugo, eso en política se llama reciprocidad, un juicio político”.
La expectativa continúa y por ahora “no podemos poner las carretas delante de los caballos”.
Se debilitan las relaciones internacionales
El embajador Óscar Hernández Bernalette opina que lo correcto para mantener las relaciones de diplomacia sería que Venezuela diera un paso al lado y se eximiera de la responsabilidad de ocupar la presidencia debido a la crisis política existente. “Lo correcto hubiese sido decir: prefiero no asumir mientras se resuelven los problemas internos. Además que dicha responsabilidad acarrea gastos económicos importantes”.
Pero esa no fue la actitud de la canciller Delcy Rodríguez, quien insiste en el acostumbrado acuerdo de rotación por orden alfabético. “No hay necesidad que en un sistema de integración tan pequeño, de apenas cinco países, Venezuela entre en una situación de conflictividad, eso afecta al país, no es bueno. Se debilita la situación de Venezuela a nivel internacional y evidencia el desgate interno ante la sumatoria de tantos conflictos como los que existen con la OEA y la ONU”.
Bernalette asegura que no es algo indebido que un país en un momento determinado no cumpla con las condiciones para asumir la presidencia de Mercosur y la responsabilidad sea otorgada a otro. “Lo indispensable es que las decisiones se tomen por consenso, no por votación, y en este momento Venezuela tiene un punto en contra que es no haber cumplido con el bagaje necesario para ser miembro pleno, todavía tiene deudas”.
Ayer, Argentina desconoció a Venezuela en la presidencia, alegando precisamente que el país no aprobó una serie de protocolos que se les exigen a los países miembros cuando se incorporó al foro en 2012.
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