En vista de que han pasado tres meses desde el colapso de una boca de visita ubicada en la carrera 15 con calle 30, cerca de la estación de los bomberos, sin que ninguna autoridad resuelva el daño en las tuberías, un grupo de residentes de la calle 32 y la 28 cerraron, ayer, durante aproximadamente dos horas la avenida Ribereña.
El taponamiento de las cañerías de aguas residuales sumado a la falta de mantenimiento de la quebrada de la 30 provoca que el fluido descienda hasta la avenida Ribereña, desde donde atraviesa el canal, al lado de la cancha Juancito Candela, hasta el puente Macuto.
Por la basura, troncos y maleza acumulada que cubrió parte del canal de dos metros de profundidad la comunidad teme que las viviendas situadas al borde se inunden si caen lluvias torrenciales en la región, como lo indicó Richard Morillo, habitante de la calle 28.
También, les preocupa la seguridad de los conductores que transitan por ese tramo, pues la humedad constante del asfalto combinada con las velocidades altas con las cuales suelen manejar en dicha avenida podría ocasionar accidentes.
Para fundamentar esta preocupación, Morillo recordó que el viernes el chofer de un vehículo perteneciente al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) perdió el control cuando pasaba por los charcos de agua.
Los habitantes pidieron que sea limpiada la quebrada y solventado el derrame de cloacas en breve. De lo contrario volverán a protestar.