«Son las 3 de la mañana y el teléfono suena en la Casa Blanca: ¿quién quieres que atienda la llamada?».
Esta es la pregunta que rige el video exclusivo para la web de «Los Simpson» llamado «3 am», que en tan solo 24 horas superó las 2 millones de vistas.
Tras ver a los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos reaccionar ante la llamada de emergencia, Homero y Marge Simpson deciden votar a Hillary Clinton en las elecciones nacionales que se disputarán el 8 de noviembre.
De hecho, la pregunta es una referencia directa a la campaña de 2008 de Hillary Clinton, en la cual un teléfono sonaba justamente a las 3 de la madrugada y se apelaba al elector con la interrogante de quién debería gobernar Estados Unidos en tiempos de crisis.
En el video publicado este fin de semana en YouTube, Facebook y otras plataformas del programa emitido por Fox, «Los Simpson» aplican su característico humor satírico a ambos candidatos, pero descargan su mayor crítica social con el republicano Donald Trump.
«En Twitter»
El empresario neoyorquino primero rechaza una llamada desde la Situation Roomde la Casa Blanca, una sala de conferencias usada sobre todo para reunir el equipo de seguridad e inteligencia de Estados Unidos.
«Ahora no, estoy en en Twitter», es su excusa.
Luego ordena: «Pon mi nombre en el memorial de (Abraham) Lincoln, desmantela (la alianza internacional) OTAN… y hazme huevos revueltos en un plato de oro».
Si bien en la secuencia de Trump hay varias bromas sobre su pelo, bronceado y el tamaño de sus manos, la mayor crítica está en un detalle: sobre la cama del candidato se puede ver un libro con el título «Grandes discursos», por «A. Hitler».
Por su parte, cuando Hillary Clinton recibe la llamada el que atiende el teléfono es Bill, su esposo, quien fue presidente de Estados Unidos entre 1993 y 2001.
«¿Al Situation Room? Voy de inmediato», dice Bill Clinton, quien luego se da cuenta que la llamada no es para él sino para Hillary. «De ahora en más, es siempre para mí», le responde ella.
Por si quedaba alguna duda sobre el trato dispar que reciben ambos candidatos, Homero termina mirando al espectador diciendo: «Y así es como me convertí en un demócrata».