El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, llamó este lunes a las autoridades electorales venezolanas a «no jugar a retrasos» en el proceso de referendo que impulsa la oposición para revocar al presidente Nicolás Maduro.
«La Constitución venezolana garantiza el derecho de los venezolanos a que su voz sea escuchada a través del proceso de referendo», dijo Kerry en una rueda de prensa junto a su par colombiana María Ángela Holguín.
«Llamamos a las autoridades venezolanas a permitir que este proceso avance de una manera oportuna y justa, y no jugar a retrasos que vayan en ventaja de una parte frente a la otra, en vez de en ventaja de la democracia», apuntó el jefe de la diplomacia estadounidense.
Las autoridades electorales de Venezuela anunciarán este lunes si la oposición podrá avanzar hacia el referendo revocatorio contra Maduro, en momentos de creciente tensión política y descontento popular.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) convocó este lunes a las 16H00 locales (20H00 GMT) para pronunciarse y confirmar si la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reunió las 200.000 rúbricas requeridas para activar el referendo, luego de que la semana pasada la dejara esperando por el anuncio, aumentando la crispación.
La MUD acusa al CNE de ser aliado del gobierno y de retrasar el proceso para evitar que la consulta se haga antes del 10 de enero de 2017.
Ese límite es clave: si el referendo se realiza este año y Maduro pierde, habrá elecciones; pero si es revocado después de esa fecha, los dos años de mandato que faltarían los completará su vicepresidente.
Kerry dijo estar «profundamente preocupado por el deterioro económico y político» en Venezuela, donde crece el descontento popular contra Maduro en medio de una crisis de escasez de alimentos y medicinas y una inflación que fue de 180,9% en 2015.
«Las necesidades básicas del pueblo venezolano no están siendo satisfechas por el gobierno y la situación se vuelve peor y peor en muchos sentidos», apuntó.
El gobierno venezolano atribuye la crisis al desplome de los precios del petróleo y a una «guerra económica» de empresarios.
Pero el jefe de la diplomacia estadounidense afirmó que la situación en Venezuela «es el resultado directo de la mala administración del gobierno y su falta de voluntad de trabajar con la oposición».