Seguramente al leer el título de este artículo pensaron en una mujer y no están del todo equivocados, podríamos decir que esta es una de esas mujeres bellas, como todas en este país y que sin duda lleva la luz y el aroma de nuestro sentir en la piel…Ella es nuestra CULTURA y esa especie de sello que se desarrolla en nosotros con el pasar del tiempo y que nos identifica como venezolanos
Directo desde los Magallanes de Catia en Caracas, nace un talento combinado con pasión por Venezuela, definiéndose a sí mismo como un “comunicador visual” Samuel David Schoenberger Quintana le da un nuevo estilo al sentir criollo.
“Concluí que yo soy un comunicador visual porque mi cerebro siempre trabaja en función de comunicar algo, desde lo que visto hasta lo que escucho”, nos cuenta este joven de apenas 20 años de edad, estudiante del cuarto semestre de diseño gráfico a quien además, le gusta montar bicicleta y patinar en penny (pequeña patineta de plástico), alegando que el contacto con el mundo, el asfalto y rasparse las rodillas, de vez en cuando, le permite encontrar su “espacio zen” pudiendo disfrutarlo cuando quiera.
Entre preguntas y respuestas quisimos saber dónde encuentra la inspiración para realizar su trabajo, a lo que nos respondió: “Mi mayor motivación es ver alguien de actitud imparable, mi mamá y mi papá han sido un ejemplo de ello. También están algunos personajes como Gerd Lueferd, Simón Bolívar, Armando Reverón, Carlos Cruz-Diez, Greivis Vazquez, Rene Peréz de Calle 13, El Nigga Sibilino y Daniel Derbs el BMX.”
Samuel es el creador del proyecto visual llamado Iconos Venezolanos que por ahora va creciendo a través de la App Instagram, con la intención de generar identidad gráfica venezolana. Toda esta idea nació justamente hace un año, tras su inquietud de hacer algo que lo hiciera sentir verdaderamente identificado, alternando su pasión por Venezuela y su habilidad en el diseño, “Entiéndase por diseño, hacer algo bueno que nos represente y demuestre quienes somos. Un buen diseño, hecho con tumbao’ latino y esencia criolla, ¡único donde se pare!”
Iconos son todos
Un proyecto tan ambicioso como promover la cultura venezolana en a otro nivel necesita de mucho más que una sola persona, por ello Iconos Venezolanos también tiene su familia, conformada por seis artistas encabezados por Samuel, Stefano Osuna fundador de “Sevem Studio” y la mano derecha del proyecto, Marcelo Volpe creador de “Trinchera Creativa” y definido como el “hermano mayor”, Luis Gerardo Torres genio de “Venezuela Pixel” y el más detallista del grupo, le sigue Carlitros fundador del “Encuentro Nacional de Estudiantes de Diseño ENED” y Carlos Spitia fundador de “Spitia Studio” y “el maracucho del grupo” según nos comenta Schoenberger dejándonos saber además, que todos están abiertos a nuevas propuesta de parte del público.
A ellos se les suma un equipo de chicos “curadores” que se encarga de revisar todo el material que les llega a diario y así cumplir con el objetivo comunicacional que el proyecto tiene.
Diseñando cultura
Al chequear la cuenta de iconos venezolanos lo primero que llama la atención es su inusual logo, una carita feliz con los ojos cerrados, de lo que su creador nos cuenta que la idea nace del año 2008 cuando Venezuela fue declarada como “el país más feliz del mundo” según el libro Record Guinness, “Yo veo la sonrisa como el máximo icono de nuestro país porque, siempre, a pesar de lo malo, tenemos buena cara y eso es algo que no tiene otra cultura en el mundo.”
Motivar e inspirar a los usuarios a crear cosas propias y en pro de Venezuela, es una de las metas que maneja este proyecto, siempre manteniendo el orgullo patrio y respeto por lo que nos representa como país. En cuanto al proceso creativo, nos dejó saber que no es muy complejo, se basan en estudiar elementos que representen el venezolanismo para luego desarrollarlos con “síntesis grafica” y así obtener los iconos, “De esta forma generamos un medio de comunicación donde personas de otras culturas, que no entiendan castellano por ejemplo, sientan y comprendan lo chévere que es ser venezolano.”
Reforzando valores
Aunque Samuel considera que en la actualidad se ha perdido, en cierto grado, el apego a la cultura y tradiciones venezolanas, pues el día a día conduce a las personas a concentrarse en otras cosas, también piensa que Venezuela es un país con muchas cosas buenas que ofrecer y la iniciativa que ahora desarrolla busca traer de vuelta eso que parece estar perdido, “Queremos recuperar el verdadero sentir patrio donde representemos y hagamos respetar nuestra tierra.”
Por ello, en conjunto con su equipo, se enmarcaron en la idea de “llevar una pasión en la piel” creando así tatuajes temporales, como esos que usábamos cuando éramos pequeños, para cualquier parte del cuerpo con el icono del Caribe, pues para ellos este paisaje es “la cara del sabor único que tenemos los latinos en el mundo.”
Es así como estos jóvenes han combinado su creatividad y las bondades de las nuevas tecnologías para presentarle al mundo lo que tenemos y lo que somos, una familia rica en cultura acompañada de buenos paisajes, excelentes aromas y exquisitos sabores.
“No dejen nunca de creer en este increíble país, tenemos demasiado por delante y debemos aprovecharlo, recuerden que los venezolanos no somos «cualquiera» en el mundo, siempre destacamos a donde vamos” 
