Los miembros de la comisión de Protección Ambiental del Concejo Municipal de Iribarren, realizaron una inspección en el talud norte del río Turbio y constataron los daños causados con los movimientos de tierra allí efectuados por parte de una urbanizadora.
Los ediles, Omar Giménez, Joel Mendoza y Carolina Castillo, estuviern en el sitio en compañía del geógrafo Luis Andrés Ortíz, de la Dirección de Planificación y Control Urbano del ente municipal.
Allí pudieron constatar la continuación de los trabajos por parte de la empresa Casa Blanca, los cuales fueron denunciados recientemente por Alejandra González, presidenta de la Asociación de Vecinos de Urbanizaciones Aledañas a la Avenida Terepaima (Asurter), por poner en peligro la estabilidad de las viviendas de unas 4 mil familias.
Omar Giménez, presidente de la comisión, llamó la atención sobre los daños que se le han hecho al eco sistema en el lugar que constituye una zona de máxima pendiente y de inundación del río Turbio, además de estar en la línea de la falla de Boconó.
Una vez escuchada la preocupación de algunos vecinos de las Colinas del Turbio, informó que la primera actividad a llevar a cabo será la citación al o los representantes de la empresa Casa Blanca a fin de que expliquen los fines del gran movimiento de tierra ejecutado y los proyectos a desarrollar en esa pendiente.
Recientemente, el arquitecto Roberto Ortega, encargado de los trabajos, dijo a periodistas de EL IMPULSO que el terraceo que allí realizan no estaba destinado a la construcción de viviendas y que “sólo buscamos mejorar el terreno”, algo que los vecinos no creen por los costos millonarios que el mismo involucra.
El arquitecto Ortega ha asegurado a los vecinos que la empresa dispone de los permisos correspondientes por parte del hoy llamado ministerio de Ecosocialismo y Agua, así como de la alcaldía de Iribarren, aunque, afirman, nunca los ha mostrado.
Con respecto a la fuga de aguas servidas en la parte alta del talud, un vecino denunció que persiste, sólo que ahora no es visible por haber sido desviado a una zona boscosa hasta caer en el río.
Joel Mendoza, por su parte, declaró que la comisión no está dispuesta a seguir permitiendo ecocidios en zonas protegidas de Barquisimeto, como las inmediatas al Turbio en el este de la ciudad y que, si fuese necesario, además de la citación a la urbanizadora que allí ha actuado, se hará también a funcionarios involucrados en el otorgamiento de los permisos que la empresa afirma poseer.
Carolina Castillo también prometió llevar el caso hasta las últimas consecuencias para garantizar la seguridad a las familias de Colinas del Turbio.