El Deportivo Lara despertó. Y vaya manera de hacerlo. En una demostración de superioridad, con sobrados recursos en la zona de creación y el frente de ataque, la oncena rojinegra, que tenía a Luis Giménez como técnico interino, le pasó por encima a la Academia Puerto Cabello, 4-0, en el Metropolitano de Cabudare, para borrar la mala imagen de las presentaciones previas y hacerse un lugar en los octavos de final de la Copa Venezuela, certamen del cual es subcampeón y que encara como uno de los candidatos al título.
Contrario a lo ocurrido el pasado domingo, que tras el revés 0-2 ante Petare el equipo se marchó a los camerinos entre pitidos y gritos de reprobación, en esta ocasión la plantilla abandonó el terreno bajo una salva de aplausos, visto el recital de fútbol que entregó en el campo cabudareño, en la que, por lejos, ha sido su mejor salida en mucho tiempo.
Jesús Hernández, el atacante de mejor momento dentro de la institución crepuscular, ratificó su luna de miel con las redes, al anotar dos de los cuatro tantos y terminar como la principal figura dentro del terreno de juego, sin olvidar que también tuvo un papel preponderante el juvenil Carlos Virguez, un delantero de baja estatura con mucho picante, que enloqueció con su velocidad y técnica a los pesados defensores del elenco visitante.
La situación de urgencia ameritaba un despliegue en ofensiva para liquidar al rival y así ocurrió. Desde el primer minuto se notó la disposición de ir al frente del cuadro larense, al punto de que los laterales Luis Colmenares y Daniel Carrillo salieron en trepada por sus bandas reiteradamente, amén de un Antonioni González poniendo los tiempos desde el mediosector y un César “Peluche” González también enchufado y determinante con sus desbordes por las bandas y sus balones al área.
También tuvo desempeño notable la defensa, aunque mucho tuvo que ver la apuesta del técnico Giménez en colocar una presión alta para entorpecer la salida del Puerto Cabello, situación que llevó a que se jugase más en el área carabobeña que en la crepuscular.
Así las cosas, Giménez cumplió la tarea y lo hizo con nota alta. De emergencia tomó el timón ante la renuncia de José Alí Cañas y logró la clasificación a la siguiente instancia del certamen copero, amén de sellar una conquista que puede marcar el despegue definitivo de la oncena. Paradójicamente, puede quedar fuera de la institución en las próximas horas, si el nuevo técnico decide no dejarlo en el grupo de colaboradores.
Ventaja tempranera
La tarea se facilitó para el Deportivo Lara con el tanto que logró al minuto 10 y que echó por tierras las estrategias del visitante. Fue una conexión entre “Peluche” González y Hernández, el primero con un pase por encima de un defensor que el atacante controló bien para luego batir por bajo al guardameta Eddy Vargas.
El vendaval rojinegro continuó, con variantes de todo tipo: internadas por las bandas, pases al vacío por el centro, pelota quieta con peligro y cabezazos muy cerca del arco. Finalmente, el 2-0 llegó en la fracción 24, después que los juveniles Jorge Yriarte y Virguez, a pura irreverencia, se combinaran por el centro del campo y el último batir de pierna izquierda al impotente cancerbero.
Allí ya había una especie de estocada larense y el escenario empeoró para Puerto Cabello con la expulsión del zaguero Jonás Colmenares por un codazo mal intencionado sobre la cabeza de Virguez.
Después, en el segundo tiempo, el equipo de la costa carabobeña, con más ganas que argumentos, trató de hacer daño, pero fue Lara el que marcó en par de ocasiones, una por intermedio de Hernández (82) y otra mediante un cabezazo del argentino Matías Manzano, para ampliar la diferencia y redondear una jornada casi perfecta.
