Una porción de la población de San Lorenzo Viejo desmintió, ayer, una declaración dada por un representante del consejo comunal donde afirmaba que en la comunidad se entregaban sin falta las bolsas de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
De las 1.400 familias que abarca la organización comunitaria ninguna ha sido favorecida con el programa estatal, sostuvo la luchadora social Sonia Escobar. Prueba de esto es que hasta la fecha, cuando han pasado tres meses desde la creación de los Clap, el consejo comunal no ha hecho el censo correspondiente para la distribución de los combos de alimentos.
Por la demora en la aplicación del plan y las dificultades a las que se someten para llevar comida a casa, los habitantes solicitaron a autoridades nacionales y regionales la supervisión del manejo de recursos del consejo comunal.
“Queremos nuestras bolsas de comida. Queremos que vengan a hacer contraloría de Caracas porque estamos cansados. Aquí, hay mujeres embarazadas, niños desnutridos, adultos mayores y discapacitados que no pueden hacer cola, ni ir pelear con mil ‘bachaqueros’ en los abastos”, exigió una de las afectadas, Leida Escalona.
Los convenios establecidos entre los CLAP y algunos establecimientos comerciales, aseguró Escalona, tampoco se cumplen. Hace poco, dijo la vecina, quienes están a cargo de la entrega de bolsas de alimentos a domicilio recibieron 30 cajas de huevos para venderlos a la comunidad y esto no se cumplió. “Ni aparecieron los huevos ni los pollitos”, acusó la mujer.
Para que el funcionamiento del proyecto gubernamental sea efectivo, los residentes del sector coincidieron en que debe estar deslastrado de tendencias políticas porque “a la hora de comer nadie está viendo eso”, pidió Irma Peña.
También creen urgente el cambio de voceros del consejo comunal, quienes permanecen en sus cargos desde hace cuatro años, sin la aprobación de la mayoría de la población, y en ese periodo no han gestionado obras importantes.
El único trabajo de envergadura, dijeron, fue la construcción de 20 viviendas y algunas quedaron inconclusas. Las familias, por la necesidad, se mudaron en esas condiciones. Los voceros tampoco han mediado para resolver las fallas de alumbrado público o para lograr el embaulamiento de la quebrada que pasa por el sector.
“Primero, queremos cambiar ese consejo comunal porque no lo elegimos nosotros. Segundo, que los entes competentes como lo es la almirante Carmen Meléndez y el diputado Luis Jonás Reyes resuelvan esta situación porque San Lorenzo Viejo, sector I, es el barrio más abandonado y desatendido que pueda haber”, propuso Escobar.