La oposición venezolana convocó este miércoles a movilizaciones en Caracas y otras ciudades para aumentar las presiones a favor de un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, que hace frente a este proceso en medio de una grave crisis económica que ha golpeado la popularidad del gobernante y ha desatado un creciente descontento en las calles.
La coalición de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a una treintena de partidos y organizaciones, iniciará en las próximas horas dos movilizaciones en el norte y este de la capital que buscarán llegar hasta la céntrica sede del Consejo Nacional Electoral, aunque es poco probable que puedan avanzar hacia el organismo debido a que no tienen el permiso de la alcaldía oficialista de Caracas para marchar.
En mayo la oposición intentó marchar en varias oportunidades hacia el CNE pero las movilizaciones fueron bloqueadas por los cuerpos de seguridad.
Varias estaciones del metro en la capital amanecieron este miércoles cerradas por razones de seguridad ante las marchas convocadas por la oposición.
El dirigente opositor y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, ratificó la determinación de la alianza opositora de marchar este miércoles hasta el CNE para presionar la aceleración del proceso y la definición de la fecha para recolectar las firmas del 20% de los electores (cerca de 4 millones de personas) que permitiría activar formalmente el referendo.
«Siguen jugando con la paciencia del pueblo venezolano», dijo la noche del martes Capriles, uno de los principales promotores de la consulta, al acusar a las autoridades electores de demorar la validación de las firmas.
Las autoridades electorales anunciaron que el primero de agosto darán a conocer el informe sobre la validación de unas 409.000 rúbricas y huellas que podría abrirle el camino a la oposición para la nueva recolección de firmas, y advirtieron, en alusión a las marchas de este miércoles, que de darse alguna alteración del orden público las actividades del CNE serían suspendidas.
La coalición opositora planteó como exigencia la realización del referendo este año para ir a un eventual diálogo con el gobierno, pero Maduro y otros dirigentes oficialistas han descartado esa posibilidad.
Algunas figuras del oficialismo presentaron en la Fiscalía General y el Tribunal Supremo de Justicia acciones judiciales contra el proceso de recolección de rúbricas que aún están pendientes de decisión.
El alcalde oficialista de Caracas, Jorge Rodríguez, solicitó el martes al CNE que se cancele el registro de inscripción de la MUD como solicitante del referendo por el «fraude» que cometió en la recolección de las firmas.
El mandatario venezolano enfrenta este proceso en medio de una compleja crisis económica que ha golpeado su popularidad, que ronda 23%, y un creciente descontento que se manifiesta en el aumento de las protestas callejeras y los saqueos de comercios.
