Paraguay endureció el martes su posición contra Venezuela anunciando que no participará el próximo sábado en Montevideo de la reunión Grupo Mercado Común, del Mercosur, molesto porque Uruguay resolvió, aparentemente, entregar la presidencia temporal del bloque aduanero regional al país caribeño sumido en una crisis política, económica y social.
«Queremos que Venezuela encuentre la vía más conveniente para la solución a los problemas internos; no queremos inmiscuirnos, pero sí creemos y estamos convencidos de la existencia de principios y valores democráticos que todos debemos respetar», dijo el canciller Eladio Loizaga en conferencia de prensa.
Agregó que «Uruguay debería continuar ejerciendo la presidencia temporal hasta que Venezuela cambie su situación».
Los miembros plenos del Mercosur son Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
El analista político Ignacio Martínez dijo a The Associated Press que el caso Venezuela «está dividiendo al Mercosur en tres pedazos».
«En uno están Paraguay y el nuevo gobierno de Brasil que desean la previa institucionalización venezolana; en otro quedó Uruguay en solitario bregando para que Mercosur vaya a Caracas; y en un tercer pedazo está Argentina sin definirse a favor o en contra del país caribeño».
Martínez cree que Mercosur «está perdiendo su tiempo con estas discusiones políticas dejando atrás los grandes problemas económicos y aduaneros de la región».
En tanto, el analista Miguel Ortiz comentó a AP que «el gobierno del presidente Horacio Cartes hizo un cambio en la política exterior poniéndolo de nuevo a Paraguay en una posición histórica hacia la derecha».
«Los gobiernos (paraguayos) de Nicanor Duarte (2003-2008) y Fernando Lugo (2008-2012) se mostraron afines a la ideología progresista de Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Bolivia», acotó.
El 1 de julio pasado, Cartes se refirió de forma inusual en un mensaje ante Congreso, en el que solo debería reportar su gestión anual, expresando: «cuando los derechos humanos y las libertades fundamentales no son respetados, como ocurre en este momento en Venezuela, no podemos permanecer en silencio».
«El mundo es testigo de los abusos sufridos por el pueblo de Venezuela», añadió.
En coincidencia con la postura paraguaya, Venezuela presentó dos semanas atrás una demanda contra Paraguay ante la Cámara de Comercio Internacional, de París, reclamando el pago de unos 265 millones de dólares, deuda acumulada desde 2006 por la provisión de combustible.
El gobierno paraguayo anunció que se defenderá ante la Cámara, en París, pero especificó que está en condiciones de honrar la deuda pero con una quita.
