Un olor putrefacto espera desde hace tres meses ser resuelto por los organismos competentes. Más de dos mil familias se han visto afectadas por lo que se ha transformado en una laguna de aguas negras.
Una cloaca tapada desde principios de año ha sido la razón que ha generado semejante contaminación ambiental.
“Hace 7 meses se empezó a tapar e hicimos el llamado a Hidrolara pero no dieron respuesta, nosotros mismos nos encargamos de destapar las primeras veces pero ahorita es imposible por la cantidad de desperdicios”, explicó Julio Querales, miembro de la unidad de contraloría del Consejo Comunal de Villa Esperanza.
No pasó mucho tiempo para que el colapso llegara e iniciara el desbordamiento de las aguas que deben desembocar en El Palmar. “Desde hace tres meses empezó a llenarse este pozo. Anteriormente este terreno iba a ser usado para crear una planta de tratamiento pero se negó el permiso y fue tomado por la Gran Misión Vivienda Venezuela”, continuó señalando Querales quien rechazó el hecho de no obtener solución bajo el argumento de que “la comunidad no está constituida como tal, por lo que Hidrolara varias veces ha dicho que no nos pueden atender”.
Sin embargo el organismo competente se ha apersonado dos veces al lugar, la última vez fue hace cinco días, asegurando que volverían para destapar la cañería, pero no fue así.
Esto llevó a los habitantes de las comunidades Villa Esperanza I y II, Santa Bárbara y 7 de Octubre a tomar la Av. Libertador de Cabudare, en donde con cauchos quemados pancartas exigían pronta reparación a la grave situación que ha perjudicado a cientos de familias, especialmente a las que se encuentran prácticamente al lado de la laguna.
“En estos días hospitalizaron a un niño por una infección pulmonar y hay varios casos de Zika”, informó Honoria Pérez, habitante del sector.
Los servicios básicos es la mayor carencia que se tiene en la comunidad, buscando por sus propios medios crear la red de cloacas que evite que se vuelva a generar un incidente de tal magnitud, el cual ha llegado incluso a regresar los desechos a su punto de inicio por el colapso que existe en la cloaca.
Es urgente
Todos los canales regulados han sido visitados para que se evite que la laguna de aproximadamente 30 metros de largo y 10 metros de profundidad, según lo señalado por el miembro de la comunidad, siga aumentando su tamaño. El alcalde José Barreras no nos ha recibido, hemos acudido también al Consejo Legislativo y al Concejo Municipal pero nadie nos ayuda.
A simple vista se aprecia la gravedad del asunto, por lo que los afectados hacen el llamado de manera urgente para que se dé pronta respuesta, más allá del olor, por las diferentes consecuencias que se ha generado por esta laguna dañina.
Hidrolara no da respuesta
El municipio Palavecino se ha visto muy afectado por no tener la atención requerida de parte de la Hidrolara, mientas que algunas comunidades sobreviven con malos olores, hay otras en las que no llega ni siquiera el servicio de agua.
Tal es el caso de El Palaciero, sector que desde hace 21 días no reciben el vital líquido debido al daño en una de las bombas.
“El hecho es que tenemos casi un mes así y ni Hidrolara ni la alcaldía se ha preocupado en enviar camiones cisternas que nos surtan”, denunció una de las afectadas.
De manera independiente llegan algunos transportes con agua, sin embargo venden la pipa a 1.500 bolívares, siendo poco asequible para la humilde comunidad.
“Es difícil para quienes no tienen familia en otros sectores porque no tiene cómo lavar la ropa y se pasa mucho trabajo si no se tiene un tanque”, añadió.