La inflación que cotidianamente aumenta en el país ha dejado de sorprender en muchas oportunidades, dado el hecho de que el incremento de cualquier rubro se genera incluso en días y se ha convertido en “costumbre”.
Pero, este no ha sido el caso en las instituciones educativas privadas donde el incremento en el costo de la matrícula previsto para el año escolar 2016-2017 ha dejado a gran parte de los representantes impactados por la cifra que ahora deberán pagar, cada mes, si desean mantener a sus hijos en un recinto con esa característica.
El alza supera el 100, 200 y hasta 300% en varios planteles y no hay garantía de que los montos aprobados, en asambleas de padres y representantes (según el presupuesto de cada plantel privado), se mantengan hasta que culmine el año escolar. En algunos casos, los padres harán el sacrificio de pagar la matrícula, pero puede llegar un punto en el que sea imposible costearla.
En comparación con el inicio del año escolar 2015-2016, algunos colegios llegaron a hacer un incremento de 1.000%, lo que sin duda alguna toca el bolsillo de aquellos que prefieren este tipo de educación. El argumento usado por las instituciones es que la realidad del país los obliga a generar tales aumentos, pero por otro lado está la respuesta de muchos padres quienes aseguran que “todo sube menos los sueldos”.
Erlinda Frías, presidenta de la Asociación Larense de Educación Privada (ALEP), explicó que la situación actual no es diferente a la de años anteriores, pero ciertamente la inflación ha generado que en esta oportunidad el incremento sea más alto, por el hecho de que ésta también sube cada vez más. “No se trata solo de los representantes, es una condición que arropa a todos los venezolanos y los colegios privados no están exentos de esto, tampoco sus profesores”, dijo.
De igual forma recordó que en 2005 el ministerio tomó la decisión de fijar los costos de las instituciones pagas, siendo esto un impedimento durante un largo periodo para realizar las acciones correspondientes en cuanto a nuevos precios. Aseveró que con tal medida se dejó de tomar en cuenta el mantenimiento de la planta física e incluso el salario de los educadores que muchas veces eran los que más sufrían.
A pesar de que en el 2013 una resolución permitió la alza de precios siempre y cuando estos se discutieran con la sociedad de padres y representantes, y posteriormente fuera llevado a asamblea para tomar la decisión; el cúmulo de deficiencias durante los años que no se pudieron hacer cambios en el momento idóneo, generó esta consecuencia que hoy, literalmente, debe ser pagada.
“El aumento es proporcional a la inflación”, pero es ésta la que aqueja constantemente a los ciudadanos y dado el crecimiento de la misma existe la posibilidad de que finales de año se tenga un costo mucho mayor.
La presidenta de ALEP, aseveró que no es posible que la educación quede ajena a los aumentos, debido a que es con ésta que se forma un país y debe dársele la importancia necesaria para que salga adelante y no se quede estancada, riesgo que está cada vez más latente, precisamente por las condiciones en que se mantiene Venezuela, lo que los ha llevado incluso a hacer revisión de precios cada tres meses.
“En el sector no ha habido inversión privada y mucho menos oficial, lo que trae como resultado que hoy en día se cierren colegios pero no se creen nuevas instituciones”, dijo Frías, quien agregó que al no haber nuevos planteles, no hay cupos; esto en relación a un posible cambio de los alumnos de escuelas privadas a públicas.
Con angustia indicó que ningún director desea que los estudiantes se vayan de la institución; cosa que ya está pasando debido al éxodo que se ha tenido, sin embargo esto no ha sucedido para cambiarse de plantel por el precio. “Existe una relación entre la institución y el alumno junto a sus representantes”, en cuanto a los acuerdos que se pueden realizar para el pago de las mensualidades, acorde a la disposición que se tenga de parte de los padres, para así evitar que haya una separación.
No negó el hecho de que haya algunos niños que estén siendo cambiados a institutos más económicos, pero reiteró que actualmente se mantiene un precio estándar y que la disposición de cupos en otros recintos privados es poca o nula.
Frías destacó que es importante defender la educación para así evitar que se sigan produciendo casos como el que se vive hoy en día, en donde nadie se ve beneficiado; por el contrario, se tendrá un impacto negativo más temprano que tarde.
Consenso
El trabajo que se ha realizado con los padres se ha hecho de la manera correspondiente, a través de las respectivas asambleas, tanto informativas como participativas, en donde se exprese lo necesario.
La representante de ALEP exhortó al entendimiento, explicando que se trata de la educación y el futuro de los más jóvenes, jugando un papel fundamental en su desarrollo no solo intelectual, sino además ciudadano.
“La calidad de la enseñanza no se desmejora a pesar de las dificultades”, indicó. Asimismo recordó que los docentes siempre han sido vistos como un apostolado, sin embargo debe dársele el puesto que les corresponde en la sociedad, especialmente en el caso de la actualidad venezolana en donde los valores se han ido olvidando y forma parte de los profesionales en la educación, brindar las herramientas para que estos se forjen y no se pierdan.
Ministerio inspecciona
Desde la pasada semana representantes del Ministerio de Educación y la Superintendencia de Precios Justos han acudido a los planteles educativos privados, con el fin de evaluar los aumentos que se han realizado.
“Dijeron que empezarían este lunes, pero aquí ya pasaron. Solicitaron la nómina de la institución, la estructura de costos y demás documentos”, aseguró Erlinda Frías, quien supone que estos serán evaluados, pero destaca que “están acordes con la economía que se tiene hoy”.
La visita de los organismos no contempla únicamente lo referente a las matrículas, sino también útiles y uniformes.
Al respecto Frías indicó que en la institución que representa se ha optado por intercambio de enciclopedias y otros métodos para ahorrar en dicho aspecto, pero destacó la importancia de mantener un uniforme como medida de identificación de los estudiantes de los distintos planteles educativos.
No son escuchados
De distintas maneras los representantes han expresado su descontento ante la alza de precios que tuvo la educación. Incluso, por redes sociales aseguraron haber acudido a la Zona Educativa, solicitando que se hiciera la evaluación correspondiente y la respuesta no fue satisfactoria, debido a que dan como solución que los niños sean inscritos en instituciones públicas.
Descabellado suena para muchos tal idea, debido a la lamentable fama que se ha venido creando respecto a estos, no en cuanto a su calidad educativa, sino por las condiciones en cuanto a infraestructura y demás hechos que se han suscitado en tales planteles, especialmente en cuanto a lo ideológico.
Opción para muchos han sido los colegios que tienen algún tipo de subsidio, pero a la vez difícil para obtener algún cupo.
Otro hecho relevante es el apego que crea el niño con su institución, lo que muchas veces impide que el representante tome la decisión de cambio y por el contrario, haga un enorme esfuerzo por mantenerlo en su colegio.