Una organización de filantropía de la ciudad de Nueva York está utilizando el arte para que las clínicas y centros pediátricos de terapia sean menos intimidantes para los pacientes jóvenes. Varios artistas contemporáneos han creado obras originales en salas de pediatría de todo Estados Unidos, desde las paredes, techos y suelos hasta los propios equipos médicos.
Para Dorkas Kaya y otros pacientes jóvenes con VIH, fue toda una sorpresa ingresar por primera vez a un centro de tratamiento y toparse con paredes transformadas con colores, grafitis y garabatos.
El artista Jose Parla pasó varios días la semana pasada decorando habitaciones, pasillos y áreas comunes del Centro Encarnación para Niños con su característico estilo improvisado.
“Todos decíamos algo como ‘¡Guau!’ y gritábamos porque es muy diferente”, dijo Kaya, de 19 años de edad y quien ha asistido al centro desde hace tres años. “Me gustan los colores. Traen vida al lugar”.
La misión simple de la organización sin fines de lucro Rxart es ayudar a que los niños también se curen a través del poder del arte, de manera que las obras puedan transportar mentalmente a los pacientes fuera de ese entorno, aunque sea solo por un rato.