En el Colegio de Abogados de Lara, se celebraron ayer las Jornadas de Actualidad Jurídica de la Sociedad Mercantil Venezolana, con las ponencias de destacados especialistas, entre ellos Luis García Montoya, con maestría en leyes de la Universidad Harvard-USA.
El también docente de la UCAB, se refirió a la constitucionalización del derecho propietario y resaltó siete dictámenes de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), algunos de los cuales han constituidos interpretaciones y modificaciones del Código de Comercio.
Explicó que es complejo analizar si el desempeño de la referida institución ha favorecido o perjudicado el aspecto empresarial, ya que las sentencias promulgadas no siempre guardan relación entre sí, sumado a que algunas de estas constituyen modificaciones, sin siquiera haber intervenido la Asamblea Nacional (AN) en la reforma del ya mencionado código.
Indicó que también se observan conceptos vagos que dan lugar a interpretaciones diversas y contradictorias.
En este sentido, García Montoya habló del caso Milagro de Armas y Continental Publishing, con el cual trató sobre la protección de las minorías en las sociedad. Destacó la necesidad de eliminar las limitaciones establecidas en el Código de Comercio que cita la exigencia de un determinado número de acciones para ejercer ciertos derechos en la sociedad.
Asimismo, apuntó que con este caso se aprecia la necesidad de expandir el derecho a la información para los socios minoritarios, en especial en términos contables.
Igualmente, se refirió a la interpretación que se da, con estas reformas, a la función que tienen los comisarios en defensa de los accionistas minoritarios. Además de recibir reclamaciones y quejas de estos, ahora pueden investigar y contestar cualquier inquisición o denuncia para determinar el valor de las acciones de la compañía
Expresó que del ordenamiento jurídico venezolano y sus actores, deben generar una base consistente de pensamiento que permita propicie confianza y seguridad jurídica en los actores económicos. En la medida en que haya incertidumbre se afecta el desarrollo del país.
Límites del derecho societario
Óscar Hernández Álvarez, especialista en derecho sindical y del trabajo, disertó en este encuentro sobre la relación de las sociedades laborales y derechos mercantiles.
Detalló que existen una serie de problemas laborales, propios del ámbito mercantil. Por tanto, se expresó sobre la posibilidad de que los socios sean o no trabajadores en su empresa.
Apuntó que esto es posible si el mismo cumple con las exigencias que establece la ley para ser tal.
En este sentido, explicó que si una persona cuenta con una mayoría importante en la sociedad no podría fungir como trabajador, ya que lo haría no en beneficio de otros sino del propio. Si por el contrario ese socio presta servicios permanentes en una compañía en la cual posee pocas acciones, se podría considerar dicho trabajo como dependiente o por cuenta ajena.
Asimismo, se refirió al término de “solidaridad” establecido en ley para con los socios. En opinión de Hernández Álvarez no es lógico que exista una responsabilidad de este tipo, porque quien compra acciones lo hace con el fin de que su responsabilidad sea limitada al monto de inversión.
Acotó que la disposición lega, que obliga al socio a responsabilizarse por los pasivos laborales, obstaculiza el movimiento capitales en las empresas y la economía.
Retos de la empresa familiar
Néstor Álvarez Yépez, especialista en derecho societario, se refirió al trabajo en sociedad de las empresas familiares. En este sentido, definió dichas organizaciones, como aquellas controladas patrimonial y gerencialmente por una familia.
Destacó casos venezolanos como Empresas Polar e indicó que la conformación de esta tiene ventajas y desventajas.Entre los beneficios de conformarlas, subrayó el legado y compromiso familiar hace que sean más propensas a mantenerse en el tiempo. No obstante, la falta de sucesores capacitados y conflictos familiares ocasionan que sólo el 33% de estas llegue a ser administrada por la segunda generación fundacional.
Manifestó que la expectativa de vida de las empresas familiares es de la mitad de las no familiares. Sin embargo, para evitar fracasos se pueden elaborar protocolos familiares, que permitirán prevenir y planificar ciertos eventos, a fin de que lo familiar no se imponga sobre la razón empresarial.
Detalló que la actual crisis venezolana representa una importante oportunidad para el emprendimiento y en especial para las empresas familiares, ya que por el futuro familiar, los grupos son más dados a sacrificar una utilidad inmediata y mantenerse abiertos. A esto sumó que las comunicaciones en este tipo de empresas deberían ser mucho más sencillas.