“Tenemos más de un año sin comedor y desde hace tres meses tampoco tenemos biblioteca”, aseguró José Mendoza, estudiante de la UPEL y miembro del Frente Alberto Lovera, quien en reiteradas oportunidades ha sido protagonista de acciones en búsqueda de la “recuperación de la institución”.
Según lo informado por Mendoza, un grupo de al menos 30 estudiantes decidió hacer la toma por las malas condiciones en que se mantiene la casa de estudios, resaltando el hecho de que son la única universidad que no cuentan con comedor, situación que se ha presentado desde mayo del 2015.
El proceso burocrático que implica, la licitación y el presupuesto parecen ser los argumentos que han estado presentando las autoridades con respecto a dicho problema que perjudica a miles de estudiante.
Durante las acciones realizadas por dicho grupo se espera contar con la presencia del director- decano Nelson Silva, sin embargo, a media mañana, permanecían esperando que cualquier autoridad se apersonara.
Desde tempranas horas del día el grupo de estudiante tomó la institución y desalojó a los cursantes de los postgrados, bajo el argumento de que es por ellos que la UPEL tiene un aporte económico adicional, pero el mismo no se ve reflejado en la calidad de servicio.
“La biblioteca de pregrado está cerrada por filtraciones pero la de postgrado sí está funcionando”, aseveró Mendoza.
Destacó que el cuerpo estudiantil había ofrecido aportar la mano de obra si la universidad se encargaba de suministrar los materiales para la reparación de las filtraciones y demás deficiencias que tiene la biblioteca, pero no se ha entregado insumo alguno.
Lo mismo pasa con una gran cantidad sillas que se mantienen arrinconadas sin utilidad alguna, mientras que los universitarios han mostrado su disposición para el rescate de este recurso y diversos ambientes.
El deterioro de la universidad se evidencia a simple vista, incluso con basura que no se ha recogido desde hace días. Pero más allá de lo visible, los estudiantes también exigen que se recupere la institución que en algún momento fue, haciendo mención también al caso de transporte que ha disminuido sus rutas y deja a una cantidad significativa de usuarios sin el servicio.
Las exigencias fueron claras: solicitarle a las autoridades que hagan lo posible por brindar a la comunidad estudiantil unas condiciones justas, en vista de que a muchos se les hace imposible costear el pasaje, mucho menos un almuerzo.
