Para que haya diálogo entre el Ejecutivo Nacional y la oposición, representada por la Mesa de la Unidad Democrática, es necesario que se produzca previamente el referendo revocatorio, a fin de lograr la concertación nacional.
En ese planteamiento coinciden monseñor Antonio José Castillo López, arzobispo de Barquisimeto; y el padre Alfredo Infante, director de la revista de análisis SIC y exponente del grupo Gumilla, entrevistados por separado para EL IMPULSO.
-¿Cuál es el rol de la Iglesia en el diálogo que se ha anunciado entre el Ejecutivo Nacional y la oposición? -se les preguntó.
-La Iglesia Católica siempre ha sido mediadora. Pero, todos tienen que participar en un diálogo sincero y auténtico. Cada una de las partes puede opinar, hacer planteamientos y buscar acuerdos. Si el Vaticano desea participar en la mediación, me parece muy buena tal decisión para buscarle una solución a la crisis. Debe imponerse el respeto al pensamiento de cada quien.
La reciente declaración de la Conferencia expresa la opinión de la Iglesia en Venezuela. Nosotros no estamos para complacer a nadie, sino para decir la verdad. Y plantea la realización del referéndum revocatorio este mismo año y se le dé libertad a los presos políticos.
En el documento de esa Conferencia se recoge el sentir del pueblo y la Iglesia defiente al pueblo.
-¿Cuáles son sus perspectivas sobre ese diálogo?
-Lo primero que se debe hacer es el revocatorio y luego llevar a cabo el diálogo para tratar los diversos aspectos relacionados con la crisis. Así se lograría dar los pasos necesarios para que haya una concertación del país.
Por su parte, el padre Infante, en Caracas, explicó que la Iglesia Católica tiene una instancia nacional que es la Conferencia Episcopal Venezolana, la cual ya hizo su pronunciamiento en torno a la situación que vive el país.
Y la Iglesia Católica universal con sede en Roma tiene como representante diplomático al Nuncio Apostólico.
A través de la Conferencia y sus líderes, la Iglesia ha tenido un papel importante en el llamado que ha hecho a la reconciliación y al diálogo.
En un espacio para la mediación con miras a lograr la concertación nacional, por la tradición histórica que ha tenido la Iglesia, el Vaticano a través del Nuncio cumpliría una función trascendente.
Una mediación necesita no sólo confianza de ambas partes, sino cierta neutralidad. Y eso se requiere en estos momentos, más cuando la Iglesia ha jugado un papel importantísimo en las conversaciones entre Estados Unidos y Cuba.
El papel del Vaticano, su cuerpo diplomático y todas las estrategias que se puedan abordar desde esa instancia son importantes para Venezuela, porque la polarización ha sido muy fuerte. El Papa Francisco genera confianza en los sectores oficialistas y de oposición. Ahora, lo fundamental es el referédum para que haya concertación y se logre el diálogo.