Los bajos salarios que devengan los trabajadores educativos, las pésimas condiciones en cuanto a infraestructura, la alta deserción de estudiantes y la violencia que existe en los recintos fueron los indicadores para que de parte del Colegio de Profesores se tratara el tema de la educación en tiempos de crisis.
“Ha llegado el momento de organizarse desde la base. Donde los ciudadanos realicen sus exigencias al respecto”, aseguró Carlos Giménez, profesor de la UCLA y la Uptaeb, quien desde el 2007 se ha encargado de solicitar ante el Ministerio de Educación que se haga un cambio en el método escolar.
Parte de este planteamiento hacía mención a que 4to y 5to año de bachillerato deberían funcionar como educación vocacional, para así orientar de manera debida a los jóvenes en cuanto a los estudios universitarios.
“Dijeron que esto no se podía hacer porque es que ahora ni siquiera tienen un plan de vida. Hemos visto una gran cantidad de embarazos adolescentes y de hogares disfuncionales que demuestran que hay una necesidad grande en el sector”, dijo Giménez.
El profesor señaló que en muchas ocasiones las personas culpan a la mala educación de las situaciones que se viven en el país, pero destacó que esta también es la vía para recuperar al mismo.
Nuevamente la política partidista ha tomado un papel negativo en cuanto a las escuelas y demás recintos educativos, debido a que las acciones que se generan se hacen en pro de un fin ideológico más que por beneficio social sin otras intenciones.
Para el profesor, es importante que se diferencie la educación de la escolaridad, entendiéndose que la primera dependerá de la sociedad mientras que la escolaridad será responsabilidad del Estado.
El politólogo Piero Trepiccione, destacó que es de suma importancia el hecho de que no se deje todo bajo la tutela del gobierno. “Hay que implementar el concepto de sociedad política, entiendo esta no como algo partidista, sino lo que el término política en realidad representa”, explicó a la vez que añadió que la ciudadanía ha dejado de estar pendiente de asuntos de índole pública, lo que ha significado un decremento de los mismos.
“Si la sociedad no exige, no se tendrá resultados. Hay que reconstruir los gremios y hacer exigencias al gobierno más allá de lo económico”, añadió.
Por su parte Arístides Basaldella, representante de la organización sindical Sintrainces, hizo mención al caso de del Inces, aseverando que dicha institución está prácticamente en un cierre técnico, lo que significa un daño a la mano de obra que se forma en el país. “Esto no debe tener tintes políticos”, dijo.
El deterioro de los distintos recintos educativos, obligó a los representantes de las casas gremiales a tomar acciones para al menos intentar generar un cambio en el amargo momento que está viviendo la educación venezolana, momento en el cual es más necesaria que nunca.