Es precisamente la situación económica del país, lo que ha hecho que muchas veces los ciudadanos busquen precios bajos en vez de calidad, siendo esto un grave error que incluso llega a poner en riesgo la vida de las personas.
“Cadena de barato que sale caro”, así describió el doctor Emerson Useche, jefe de servicio de la Unidad de Vías Digestivas del Hospital Central; el problema que ahora se está generando debido a la mala manipulación de alimentos provocada por los altos costos.
“La gente no compra carnes, no porque no quiere, sino porque no puede y obviamente eso no se va a perder y y hay personas inescrupulosas que venden aún en mal estado”, explicó el especialista.
Useche dio a conocer que la salmonella, por muchos años, ha sido la causa de infecciones diarreicas que no ha representado un peligro mayor, pero que ahora, debido a la escasez de medicamentos para tratar podría desarrollarse y generar un grave daño.
“Es un enfermedad que con mucha hidratación y una buena dieta se elimina rápido”, dijo el gastroenterólogo.
La salmonella se encuentra en el intestino de muchos seres vivos, según lo comentado por Useche. “Especialmente aves, porcinos, vacunos pero también mascotas como perros y gatos”.
Los huevos son algunos de los focos de contaminación, así como demás alimentos que tengan heces y sean ingeridos debido a la mala higiene y cocción de los mismos.
Ha resultado común encontrar en la calle algunos tarantines en donde están expuestos los proteicos sin refrigeración alguna. A la intemperie, entre moscas y contaminación ambiental, se genera un gran peligro.
“La mayoría de las carnes son importadas y esto requiere que se cumpla la cadena de frío, pero ¿qué garantía tenemos de que así sea? Se trata de todo un proceso que implica el transporte marítimo y la llegada a la población para su posterior distribución, que en cualquier punto puede fallar la refrigeración”, aseveró el jefe de servicio.
Asimismo se hizo mención al hecho de que en el país se acaba de salir de un plan de contingencia energético, lo que ocasionó que muchos de los artefactos utilizados para el mantenimiento de los alimentos se dañaran por los cortes de energía, lo que por su puesto significa un incremento de estos proteicos que pueden permanecer en mal estado.
Alarma
Conocido es el proceso que muchos comerciantes realizan en un intento por “limpiar” los pollos descompuestos; vertiendo estos en un barril con un químico que elimina el mal olor, su color delator pero también la salmonella.
Sin embargo, ante la ausencia de este compuesto, han optado hacerlo con agua y sal; pero el resultado no es el mismo: la enfermedad sigue latente en el animal, e incluso, se desarrolla aún más debido a que esta se reproduce en espacios alcalinos.
Es por esto la importancia de no comprar alimentos que estén expuestos al sol o que se desconozca su procedencia.
Su evolución
Pueden pasar apenas seis horas para que se presenten los primeros síntomas, como diarrea, dolor abdominal, fiebre y en algunos casos náuseas y vómito.
“Dura entre 2 y 7 días, una vez pasado este límite, si la enfermedad no es tratada, puede pasar del intestino a la circulación, generando paralización de órganos como el riñón y pulmones, provocando así una falla multiorgánica que puede generar la muerte.
Prevención
“El verdadero tratamiento es prevenir la enfermedad”, aseguró el doctor Useche.
Tener los sentidos alerta para evitar comprar aquellos alimentos cuya contextura, color u olor sean fuera de lo normal. Incluso, en el caso de los pollos que limpian, su piel tiene un aspecto más blanco de lo normal.
También se debe estar al pendiente de las frutas y verduras. “Hay que lavarlas muy bien y si es posible quitarles las conchas”.
Si se llega a tener la enfermedad, esta puede pasar rápidamente si se trata con la dieta baja en grasas y alta ingesta de líquido, especialmente agua y jugos como lechosa y melón; recomendó el especialista.
