Desde el pasado jueves, Juan Paulino Heredia de 66 años de edad, se encontraba internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda. Allí se debatía entre la vida y la muerte luego de haber sido atacado con un arma blanca que le produjo heridas de gravedad en la región abdominal y en la mano derecha. Fue operado de urgencia pero finalmente la noche de este viernes perdió la batalla.
Heredia durante “toda su vida” su vida se desempeñó como mecánico. Hasta hace algunos años, trabajaba en un local que alquiló y acomodó como taller en la carrera 23 entre calles 49 y 50, el cual tuvo que clausurar por el alto costo de los aranceles. Desde entonces prestaba sus servicios ocasionalmente en su hogar.
Fue descrito como una persona ejemplar, de buenas intenciones y muy querido por sus vecinos. “No se metía con nadie”.
Fueron sus nietos
Familiares del hoy occiso manifestaron que se trató de un homicidio premeditado, pues no se llevaron pertenencia alguna de la casa en la que residía el sexagenario, ubicada en el sector II de La Ruezga Norte, en donde fue sometido y fuertemente golpeado en el rostro.
Entre lágrimas y con los ojos enrojecidos, uno de ellos afirmó que quienes segaron la vida de Heredia fueron sus propios nietos, quienes habían tenido un altercado con él días antes del suceso.
Afirmaron que estos dos individuos, que no quisieron identificar por temor a represalias, son de alta peligrosidad y forman parte de una banda criminal en Las Clavellinas, pero hoy se les encuentra “rondando” en La Ruezga, pues habían sido expulsados de allá por problemas que tuvieron.
Presumen que el ensañamiento fue por haber discutido airosamente con él días antes de lo suscitado.
“Ellos siempre se metían a su taller para robarles las herramientas. Él les reclamó, allí discutieron, le dio un golpe a uno de ellos y juraron que las cosas no iban a quedar así. Ahí está, lo mataron (….) Le dieron puñaladas hasta que ya”, dijeron.
No es el primero que matan
No obstante, parientes sostuvieron que este no es el primer integrante de la familia que es asesinado por el par de primos.
Uno de los hijos de Heredia, quien tenía diversidad funcional, también había sido maniatado, amarrado a una silla, golpeado y ultimado meses antes por discutir con estos presuntos antisociales.
“Temo por la vida de mi familia, temo por mis hijos. No sé lo que pueda pasar por estas personas”.
Asimismo, añadieron que harán la denuncia ante las autoridades competentes en busca de justicia.