El bebé de Marileidis Vergara tenía un mes de nacido pero desde su concepción se encontraba en el Hospital Universitario Pediátrico Agustín Zubillaga de Barquisimeto, pues presentaba un delicado estado de salud por complicaciones durante el parto.
Neumonía, líquido en los pulmones y otras afecciones acabaron con la corta vida del recién nacido el pasado miércoles. Vergara, afligida por lo sucedido se dispuso a realizar los trámites correspondientes para la entrega del cuerpecito de su hijo, el cual había trasladado a la morgue del hospital; sin embargo, el desconocimiento del procedimiento la hizo vulnerable ante las habilidades de un presunto timador.
Contó que al momento de dirigirse ese mismo día hacia la taquilla de atención para preguntar qué papeles requería, fue abordada por un sujeto que se identificó con el apellido Silva, quien luego de asegurar que era trabajador del depósito de cadáveres, le solicitó la cantidad de Bs. 10.000 para realizarle la autopsia al cuerpo de la criatura.
Vergara accedió pues alega que por ser de un pueblo no sabía cómo era el trámite. Vino a la ciudad desde Ospino, estado Portuguesa.
Luego de haber cobrado el pago en efectivo, según manifestó, el individuo fue evasivo y no atendía las llamadas, por lo que decidió preguntar en la morgue por el cadáver el día de ayer. “Ahorita fue que no enteramos de que nada de eso era necesario”.
“Eso no fue así”
Por su parte, al llamar al número telefónico con el que Vergara aseguró que se comunicaba con el presunto embaucador, se logró hablar con hombre, quien se dedica a prestar servicios funerarios de manera privada.
Silva corroboró haber hecho la negociación con la dama; no obstante, alegó que los términos no concordaban con los expuestos por ella.
“Eso no fue así. Nosotros acordamos fue preparar y trasladar el cadáver para Ospino. Y allá está listo desde el mismo miércoles pero no se trasladó porque ellos se lo llevaron en un carro privado”, declaró.
Manifestó que Vergara le canceló Bs. 7.000 por el trabajo que realizó, al mismo tiempo en el que arguyó que la situación de escándalo se debe a la difamación y manipulación de un sujeto de apellido Ocanto, quien acostumbra a engañar a la gente a las afueras de la morgue.
