“Voy a poner un huevo al sol a ver si se sancocha y poder comérmelo” manifiesta María Emilia Delgado, habitante de la comunidad La Peña, quien desde hace tres meses esperaba por el llenado de su bombona de gas doméstico.
Ayer en la mañana, ella y otra decena de habitantes de La Peña y Colinas de Betel, comunidades adyacentes a la Zona Industrial II de Barquisimeto, impidieron el acceso vehicular en la avenida Circunvalación por una hora, en el sentido oeste – este, con la exigencia de que el camión de PDVSA Gas hiciera el debido despacho.
“Nos tienen olvidados, el camión pasa de largo, ya ni siquiera se consigue la bombona bachaqueada” asegura Marbella Mendoza, dirigente de La Peña.
Ante esta situación, los habitantes no tenían más remedio que cocinar en leña, pero aseguran que están cansados de vivir “como en el año 92, ya habíamos dejado eso atrás”.
Esta fue la tercera que ambas comunidades unieron esfuerzos para hacerse sentir. “Sabemos que somos una molestia para los conductores, pero si no nos movilizamos, nadie se acuerda de nosotros, cuando llamamos por teléfono nos dicen que no hay camiones porque están accidentados, pero eso es mentira porque por aquí pasan varios y no nos venden” dijo Araceli Pérez.
Una acalorada discusión se formó entre los protestantes y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, cuando éstos quisieron acabar con la manifestación. Los conductores también estaban alterados y se bajaban de sus carros para reclamar el paso.
Sin embargo, hubo un acuerdo, los militares prometieron encargarse de buscar el camión de gas y mientras tanto las comunidades accedieron a permitir el paso.
Luego de varias horas de espera que agotaron especialmente a las mujeres con niños en brazos, a las 2:30 de la tarde llegó el camión repartidor y surtió a los protestantes, quienes esperan que la espera para el próximo despacho no sea tan larga, o de lo contrario, volverán a trancar la vía.