El crimen de Nohemí Luzmarina Meléndez (29) resultó ser una venganza de “El Peto” o “El Parcero”, como es conocido en el barrio La Feria, aunque su verdadero nombre es Carlos Ospina y tiene 32 años de edad. Para su familia además de una desgracia que dejó a tres niños huérfanos de madre, fue una confusión.
Le debían
Meléndez, además de ser ama de casa y cuidar a sus hijos de 12, 9 y 6 años de edad, también vendía carne; con esto ayudaba a su esposo en los gastos del hogar.
Uno de sus clientes era “El Peto”. Constantemente él le hacia compras. Al principio cancelaba al día y posteriormente comenzó a pedir fiado; el crédito era concedido hasta que llegó a un monto de 200.000 mil bolívares.
La mujer comenzó a cobrar el dinero. “El Peto” le alegó que tenía una mercancía, la cual vendería, y prometió que con el dinero obtenido le pagaría.
Una fuente ligada a la investigación cuenta que la mercancía que tenía “El Peto” era robada, situación que Meléndez no sabía.
El viernes una comisión de Polilara se movilizó en el barrio La Feria, tratando de ubicar a “El Peto” por lo robado; por poco caía en sus manos, pero escapó.
A “El Peto” se le metió en la cabeza que había sido Meléndez quien le habría pasado la información a la policía, pues fue a ella a quien le había comentado de la mercancía.
Fue a reclamar
“El Peto”, armado con una escopeta, la cual cargaba en su pantalón, se apareció en horas de mediodía del sábado en casa de Meléndez. Él estaba acompañado de su hermano Cristhian Ospina, de 20 años de edad.
La dama, como lo vio agresivo, no abrió la puerta y de inmediato “El Peto” le comenzó a reclamar. Le aseguraba que ella lo había delatado a la policía. Meléndez, quien era una mujer que no se dejaba amedrentar, le respondió. El tono de voz de ambos subió; ella trataba de aclarar y él seguía acusándola, pero se retiró.
En horas de la noche de ese sábado, “El Peto” regresó con su hermano y en la carrera 17 con calle 12, al final de la avenida Ribereña, en el barrio La Feria, a las 7:50 de la noche, cometió el terrible homicidio, en donde falleció Meléndez.
Detenido
Sabuesos del Eje de Homicidios del Cicpc comenzaron con las investigaciones e identificaron a los hermanos Ospina, miembros de la banda “Los Colombianos”, como los autores del crimen.
Entre 10:30 y las 11 de la mañana del domingo, en plena avenida 20 con calle 26, vieron en pleno centro de la ciudad a Cristhian Ospina, caminando, y de inmediato lo capturaron.
Este hombre fue quien sin pensar en el trauma que causaría en la pequeña de 6 años, con una voz fría dio la orden a “El Peto” de matar a la mujer.
Los pesquisas están tras la pista de este sujeto, quien se encuentra totalmente identificado.
No fue un doble
Carolina Beatriz Rivas Rojas (34) murió cerca de su residencia, en la calle 5 con carrera 3, del barrio San Jacinto.
Funcionarios del Eje de Homicidios iniciaron el casocomo un homicidio: aparentemente presentaba un disparo en el rostro. Una vez realizada la autopsia se supo que la mujer fue arrollada y el orificio que se observaba en la cara fue causado por una piedra.
Ahora el caso queda en manos de Tránsito Terrestre.
Los detectives indican que no tienen nada al respecto, porque los familiares y testigos del hecho no han cooperado con el caso. Aclaran que no se trató de un doble homicidio, que las muertes fueron cercanas pero no a la misma hora, ni perpetradas por el mismo atacante.
Sin embargo por parte de los residentes de San Jacinto se conoció que Rivas Rojas se encontraba con un grupo de personas cuando llegaron unos sujetos en un vehículo del cual se desconocen las características, buscando a otros hombres, que supuestamente estarían involucrados en la muerte de Edgardo Guillermo Giménez Carucí (23), asesinado una hora antes en la cancha de la comunidad de San Benito.
Como no los encontraron, arrollaron a Rivas Rojas, en venganza.
Aunque no se trata de un doble homicidio, los casos se relacionan, según comentan residentes de la zona.