Aprovechando el llamado “corredor humanitario” mediante el cual el Gobierno Nacional permitió que este domingo los venezolanos residentes en la zona fronteriza pudieran pasar por San Antonio del Táchira y Ureña a Colombia, miles de mujeres y hombres llegaron a La Parada, Villa del Rosario y Cúcuta, en el Norte de Santander, con la finalidad de adquirir artículos de primera necesidad que no se encuentran en nuestro país.
La frontera fue cerrada sorpresivamentre el 19 de agosto del 2015 por orden del presidente Nicolás Maduro.
“Gracias a Dios, Viva Colombia, Gracias por vendernos comida porque allá no se consigue nada”, se le escuchó a una ama de casa mientras, en un automercado, seleccionada los productos a adquirir.
“Hacia tiempo que no veía esto en los anaqueles”, se le escuchó a otra cuando tomaba en sus manos un litro de aceite de maíz.
Este domingo, en Caracas, la firma encuestadora Hinterlaces informó que tres cuartos de la población venezolana está fuera del programa de las bolsas de comidas de los CLAP y un 74% no las ha recibido nunca.
Provechosa vigilia
Desde poco después de la medianoche, en San Antonio del Táchira, venezolanos comenzaron a hacer cola cerca de la aduana, con la esperanza de ser los primeros en cruzar el puente internacional Simón Bolívar.
Durante los primeros minutos, los guardias nacionales del puesto de control pidieron documentación a las personas, pero luego, en vista de la inmensa multitud, dieron paso libre.
No sólo había residentes en el Táchira sino también de otros estados venezolanos, incluso pudo cruzar un hombre que dijo llegar desde Ciudad Bolívar, con el propósito de adquirir insulina para familiares enfermos.
También se pudo ver a un hombre que abrazaba efusivamente a una niña, explicando que era su hija a quien no había visto desde hacía meses por residir en territorio venezolano.
Ante la anunciada avalancha de visitantes, el gobernador del Norte de Santander, Willian Villamizar Laguado, dispuso de un contingente de unos 300 funcionarios policiales para colaborar en la movilización de ellos, e igual medida tomó el alcalde de Cúcuta, César Rojas.
El Escuadrón Móvil Antidisturbios fue activado para evitar cualquier alteración del orden público, aunque no fue necesario, pues todo se desarrolló con normalidad.
Los dueños de supermercados de la ciudad, como El Ideal, Los Montes y otros, dispusieron servicio gratuito de transporte para los venezolanos desde la Villa del Rosario, para aprovechar la masiva clientela.
En la mayoría de los comercios había listas de precios, en pesos y en bolívares, para facilitar los cálculos de los compradores y que estos pudieran determinar hasta donde les alcanzaba el dinero que llevaban.
Huevos, aceite, harina precocida, arroz, azúcar, margarina, granos y papel higiénico eran los artículos más requeridos.
En horas de la tarde, el gobernador Villamizar calculó en 27 mil la cantidad de personas que habían ingresado a su país, aunque, posteriormente, el delegado de la Cancillería, Víctor Bautista, la calculó en 35 mil, 32 mil por San Antonio y 3 mil por Ureña.
También a las autoridades venezolanas sorprendió la masiva movilización hacia el vecino país, por lo que en la tarde, el gobernador tachirense José Gregorio Vielma Mora anunció una próorroga para el regreso hasta las 8 de la noche.
En San Antonio, José Rozo, presidente de la Cámara de Comercio, declaró que la apertura provisional de la frontera este domingo se debió a la acción de un numeroso grupo de mujeres que el pasado martes rompió por la fuerza el cerco militar en Ureña y cruzó a territorio colombiano, desesperadas por no conseguir en el Táchira productos alimenticios.
La apertura fronteriza este domingo se aplicó también en Arauca, no así en Paraguachón, Zulia. Hoy se inician en Cúcuta las reuniones entre los dos paises para tratar puntos como, control migra torio, lucha contra el contrabando, seguridad, educación y salud en la frontera.