Omar Arráiz, en su condición de directivo de la Escuela Central de Ciclismo, denunció que la delincuencia se apodera de los espacios del velódromo Héctor Alvarado, sin que haya respuestas de las autoridades regionales, ante la petición de reforzar los dispositivos de seguridad para garantizar la tranquilidad de los visitantes al recinto.
Arráiz contó que hace tres días le abrieron por la fuerza el vehículo a un caballero que tiene a su hijo en la escuela de ciclismo para hurtarle objetos de valor y documentación personal.
“El velódromo está sin vigilancia, allí entra todo el mundo sin control de nadie, presentándose robos dentro del escenario. No hay autoridad alguna que atienda esta penosa situación”, se quejó el dirigente, a la espera de que sus súplicas sean escuchadas y sea asignado un personal permanente de la Policía en el lugar para resguardo de los visitantes.