Un amigo considera que debe ser muy pequeño y manipulable el cerebro del hombre y del pueblo que no tiene la capacidad ni el coraje de romper los barrotes de la tiranía llámese gobierno, aula, deporte, profesor, credo, empresa o pareja; entes que menosprecian y tratan a quienes les sirven como si fueran sus esclavos, sus propiedades, sus sirvientes, dependientes etc., quitándoles el derecho de ser ellos, de respirar, de pensar, trabajar, crecer, resistirse al abuso del jefe, que no se queje, no pida aumento, trato humanitario ni se resista a su opresor. La razón de operar y de obrar de los sistemas autócratas y manipulación de las masas, es la de anular en el individuo su individualidad, sus sueños, la posibilidad de discernir, de pensar diferente y de liberarse de su verdugo.
Nadie que se respete a sí mismo está obligado a continuar apoyando a un gobierno que le falló, que le niega trabajo, comida, medicamentos y vida digna, de la misma manera nadie está obligado a vivir con una pareja que no cumple, que lo reprime, lo ofende, lo agrede etc. solo porque el rito lo condena a aguantar “Hasta que la muerte los separe”.
El manipulador toma el control de la personalidad y libertades del otro. El sometimiento, sentimiento de inferioridad, inseguridad, confusión, miedo, el hambre, la falta de afecto, y de protección son fragilidades que aprovechan los sicópatas cuya maldad es capaz de destruir naciones enteras, familias, empresas e individuos incompasivamente.
La Santa Inquisición ofrecía eterna salvación a los pecadores, a cambio de sus riquezas y propiedades materiales.
Emperadores, generales, cardenales, clérigos, dictadores y reyes emplean aún hoy macabras manipulaciones siempre a su favor.
El humano es el único ser que tropieza una y otra vez con la misma piedra, comete los mismos errores y cae una y otra vez en manos de las tiranías. Pero cuando quiere cambiar sus desgracias opresoras no hay nada ni nadie que se lo impida.
“El mayor peligro de la manipulación está en que el poder del hombre para dañar o destruir no solo a su prójimo sino al medio ambiente, aumenta a mucha mayor velocidad que nuestra sabiduría en el uso de ese poder”( Científico Stephen Hawking).
Aquellas expresiones de: Hay que resignarse, la vida es así, venimos al mundo con nuestro destino marcado, no nos ayudan en nada. El rumbo y destino lo marcamos nosotros mismos avanzando, abriendo caminos y decidiendo; de otra manera seguiremos anclados en la desdicha señalada por el destino. Nosotros y solo nosotros somos dueños de nuestra dicha o desdicha, de nuestra libertad o esclavitud, de nuestros triunfos o fracasos. “Si cambiáramos los “sin” por los “con” tendríamos la sociedad perfecta” Dice Gandhi. Enumeró los siete peligros que anulan la virtud humana, a saber: 1-Riqueza sin trabajo 2-Placer sin conciencia 3-Conocimiento sin carácter 4-Negocios sin moral 5-Ciencia sin humanidad 6- Religión sin abnegación 7- Política sin principios”.
En el campo de la información, en el del horóscopo, de los juegos de azar, de la lotería, del de las encuestas, la propaganda y las gráficas entre otras, figuran como los elementos más susceptibles de manipular bajo la forma de cifras que no son para nada ciencia exacta.
Recibimos de manos de Dios el mundo para que fuéramos felices y voláramos como los cóndores, cuyo espíritu tiene la fuerza, valentía, libertad y grandeza de elevarse a alturas insospechadas, lejos de las garras de infames tiranos y manipuladores de oficio.