Transcurrido el segundo día del paro de los trabajadores de Corpoelec, hasta la tarde de este jueves no había nada que indicara la solución del conflicto que está en la disposición del Gobierno Nacional como es aprobar la nueva convención colectiva que sustituya la vencida hace cinco años.
Tanto en Lara como en Yaracuy y Portuguesa, el personal de las diferentes áreas de la empresa atendieron las directrices del sindicato que les agrupa y se mantuvieron en huelga de brazos caídos, cumpliendo sus horarios en las afueras de las oficinas centrales.
El paro lo cumplen 2 mil trabajadores en Lara, 1.200 en Yaracuy y 1.500 en Portuguesa.
Oswaldo Méndez, directivo del sindicato en la entidad larense, dijo que la paralización alcanza a más del 80% de los empleados de la empresa eléctrica nacional.
Indicó que la paralización de las actividades tiene carácter de indefinida y que sólo se incorpora a sus horarios el personal indispensable para atender cualquier emergencia y el mantenimiento en funcionamiento de determinados equipos.
Dijo que ni desde el ministerio del Trabajo y de la directiva nacional de la empresa ha habido disposición alguna de poner fin al conflicto que pasa por la firma de la nueva convención colectiva, de allí la decisión de darle carácter indefinido.
“Punto de honor es la firma de la nueva convención y que no continúe el hostigamiento a la dirigencia sindical y a los empleados, y mientras no haya buenas intenciones por parte de los directivos nacionales continuará el paro”, afirmó.
Precisó que la misma actitud se mantiene en las otras entidades de la región centroccidental como son Yaracuy y Portuguesa.
En la sede principal de la compañía en Yaritagua continúan las reuniones de los trabajadores a la espera de cualquier información procedente de la federación que les agrupa, pero hasta la tarde del jueves no se había recibido ninguna, ni positiva ni negativa, indicativo de que todo se mantiene en iguales condiciones al miércoles cuando estalló el paro.
Ricardo Rivas, secretario general del sindicato en Yaracuy, dirige las reuniones en el patio de Corpoelec en la capital del municipio Peña, las cuales se mantienen en tono pacífico.
En Barquisimeto, los trabajadores llegan temprano a la sede de la avenida Carabobo a la espera de alguna información que puedan aportarles los directivos regionales del sindicato.
En horas de la tarde se hacen evaluaciones de las actividades cumplidas durante el día y se planifican las nuevas acciones a llevar a cabo en la continuación de la lucha por el objetivo común que es la firma de la nueva contratación que permita beneficios para todos.
Consultado sobre las medidas que pudieran haber tomado los directivos regionales de Corpoelec contra aquellos trabajadores sumados al paro o a quienes firmaron recientemente apoyando el revocatorio presidencial, informó que, hasta ayer, habían sido pocos los casos.
Concretamente se tuvo conocimiento del despido de tres ejecutivos que, por ser considerados personal de confianza, aparentemente, podrían ser removidos de sus cargos.
Sin embargo, dijo que, extraoficialmente, se conoció de la existencia de una lista de 30 firmantes del revocatorio cuya destitución estaría procesándose.