El presidente Raúl Castro admitió este viernes que Cuba enfrenta una «contracción» de las entregas de petróleo venezolano, lo que sumado a un déficit de ingresos de la isla, conlleva a medidas de austeridad y ahorro.
«A lo anterior se añade una determinada contracción en los suministros de combustible pactados con Venezuela, a pesar de la firme voluntad del presidente Nicolás Maduro y su gobierno por cumplirlos», añadió el mandatario.
Venezuela suministraba a Cuba unos 85.000 barriles diarios de petróleo con facilidades de pago, lo que representa algo mas del 50% del consumo de la isla.
Por su parte, unos 30.000 cubanos prestan servicios de salud y educación en Venezuela, por lo cuales paga el gobierno de Caracas.
Al clausurar la sesión semestral ordinaria del Parlamento, Castro dijo que, a pesar de los problemas económicos que enfrente su país, «proseguiremos prestando a Venezuela, al máximo de nuestras posibilidades, la colaboración acordada para contribuir a sostener los logros alcanzados en los servicios sociales que benefician a su población».
Castro señaló que la economía cubana creció el 1% en el primer semestre del año, la mitad de lo previsto, «por la agudización de restricciones financieras externas motivadas por el incumplimiento de los ingresos por exportaciones, unido a las limitaciones que afrontan algunos de nuestros principales socios comerciales, debido a la caída de los precios del petróleo».
Destacó que su gobierno «adoptó un conjunto de medidas dirigidas a enfrentar la situación y garantizar las actividades principales que aseguran la vitalidad de la economía, minimizando las afectaciones a la población».
Castro indicó que «es preciso reducir gastos de todo tipo que no sean imprescindibles, fomentar una cultura del ahorro y de aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles».
«No negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas», dijo Castro al rechazar «especulaciones y augurios de un inminente colapso de nuestra economía».