Mientras en la senda independentista un grupo de 85 seminaristas fueron parte fundamental de la conocida Batalla de la Victoria que se escenificó en el estado Aragua el 12 de febrero de 1814, hoy en día son maltratados y vejados por parte de algunos grupos delincuenciales afectos al actual régimen.
Así lo denunció el diputado por el estado Mérida, William Dávila, quien destacó las palabras del dirigente político Américo Martin, cuando resaltó el papel de los civiles en las distintas batallas que permitieron la independencia de Venezuela.
“Esto es una incongruencia, hoy que estamos hablando de una fecha histórica como es el 5 de julio, que es una fecha civil; Bolívar fue muy claro, en Ocaña dijo: independiente por las armas, libre por las leyes. Ese mensaje no lo entiende Maduro por eso no vinieron este martes a la Asamblea Nacional, porque ellos siguen privilegiando el poder militar como la única fuente de la independencia o la liberación venezolana, y si bien es cierto participó activamente el ejército venezolano, tampoco es menos cierto que fue el poder civil el que le dio las bases de sustentación y de soberanía popular”, explicó.
Afirmó que 205 años después el gobierno aplica una escalada de violencia contra los seminaristas, tal como se pudo evidenciar el pasado viernes en Mérida cuando fueron “torturados por grupos extremistas” y posteriormente con intimidación en los estados Lara y Portuguesa donde fueron amenazados igualmente simpatizantes del gobierno.
“Los muchachos del seminario San Buenaventura salieron al medio día de sus clases, son adolescentes, estudiantes de bachillerato, es decir menores de edad, entonces cuando entran a los comienzos de la Avenida Don Tulio Febres Cordero de Mérida, este grupo de violentos los increpa y les preguntan si eran chavistas u opositores, los muchachos todos asustados responden somos seminaristas y eso genero más ensañamiento y más ira”, lamentó.
Indicó que en los próximos días llevarán el caso a las instancias internacionales, porque a su juicio, se trata claramente de una violación a los derechos humanos de estos muchachos que insistió son menores de edad.
Dávila asimismo indicó que ha tenido la oportunidad de hablar con el arzobispo de Mérida, monseñor Baltazar Porras, quien le mencionó que ha informado directamente al Vaticano sobre estos hechos violentos.
Para concluir, afirma no creer en las declaraciones del gobernador de la entidad andina Alexis Ramírez, quien habló del caso 3 días después de lo ocurrido y lamenta que el presidente de la República, Nicolás Maduro, ni siquiera ha mencionado y mucho menos repudiado las agresiones.
