A una fila de clientes que serpenteaba en el interior de una de las panaderías del Grupo Orquídea se le vendió, anoche, el último despacho de pan canilla porque se agotaron las reservas de harina. Como esta, otras panaderías de la ciudad se han quedado sin materia prima o tienen tan poca cantidad que han reducido al mínimo la producción.
Un cartel colgado en un exhibidor vacío de una panadería ubicada dentro del Centro Comercial París anuncia la imprecisión que consume a la gerencia del establecimiento de desconocer cuándo recibirán de nuevo el ingrediente para reanudar la venta de pan.
La administración del local no recuerda un hecho similar antes y, pese a haberse planificado para eludirlo vendiendo solo dos unidades por persona no lo lograron. Al parecer, el retraso en la distribución de la materia prima se debe a que en los molinos de país no hay trigo.
La escasez de la harina tocó antes a otros establecimientos como uno ubicado en la Urbanización del Este, donde desde hace más de 15 días dejaron de ofrecer panes. Desde entonces, se han mantenido trabajando gracias a sacos que consiguen por préstamos entre los propietarios de otras panaderías. Pero estos apenas alcanzan para las recetas de los cachitos, pasteles y pan dulce, explicó el encargado Pedro Albahaca.
Aquellos que todavía cuentan con el insumo han bajado hasta en un 50 por ciento la producción para ahorrar los sacos disponibles. Así lo hacen en una panadería situada frente al Centro Comercial Sambil, donde utilizan tres o cuatro sacos diarios y venden dos o tres panes canilla. Adicionalmente, han suprimido la comercialización de varios productos como el pan tipo piñita, de mantequilla y solo cocinan pan para perros calientes y hamburguesas tres veces por semana, detalló el supervisor Erwin Agüero.
Hace un mes, dijo Agüero, recibieron un cargamento de harina y estiman que alcance por unas tres semanas más, si reducen al mínimo la producción.
Más carencias
En los comercios consultados coincidieron que la mantequilla, la manteca y el azúcar se anexan a la lista de artículos escasos.
De manteca, por ejemplo, últimamente consiguen comprar máximo cinco cajas y, a veces solo una, cantidad que ahorrándola dura cuatro días.
