Definitivamente, en Sanare, como ha venido ocurriendo en otras ciudades del país, las comunidades siguen en total desacuerdo con la creación de los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción, (CLAP), por considerar que, antes que resolver, ha agravado la distribución de alimentos y la corrupción.
“Fuera los CLAP. Tenemos hambre. Los CLAP son pura trampa. El alcalde le vende la comida a los bachaqueros”, gritaban mujeres y hombres que la mañana de este lunes se ubicaron en el sector Palo Verde, impidiendo el tránsito automotor hacia y desde la capital del municipio Andrés Eloy Blanco.
Allí colocaron troncos de árboles secos y, aunque no portaban pancartas, cualquiera se percataba de que la protesta estaba dirigida a los CLAP y al alcalde Alfredo Orozco.
La mayoría procedía de Palo Verde y otros sectores del este de la población, y las denuncias contra el burgomaestre por la negativa distribución de los alimentos eran coincidentes.
Como la de Eugenia Aguilar, quien aseguró que los alimentos que llegan al depósito de Con Familia son sacados en horas de la madrugada hacia destinos desconocidos.
Otros señalaban al hijo del alcalde como responsable de la venta irregular de harina precocida, arroz, azúcar, aceite, margarina y otros productos de la cesta básica, e incluso del cemento.
Lucas Lucena, jubilado de la alcaldía, por su parte, denunció que desde hace dos meses las personas de la tercera edad no reciben las raciones que durante algún tiempo les entregaban en La Casa de Alimentos, en Palo Verde.
Al lugar se presentó un piquete de la Guardia Nacional cuyo jefe, luego de dialogar con el grupo, le convenció de reabrir el paso, lo que ocurrió a las diez, y acompañarlos hasta la sede del comando donde, supuestamente, llegaría Orozco, lo que nunca ocurrió.
A la gente de Palo Verde se agregaron de otros sectores de Sanare, congregándose frente a la sede militar.
Allí hubo una discusión entre quienes protestaban y algunos afectos al gobierno, registrándose una pequeña trifulca en la que resultaron lesionados la concejal Rita Pérez y el luchador social Juan Escalona.
La edil tuvo que ser trasladada al hospital José María Bengoa por presentar una lesión en la cervical, lo que ameritó atención médica y una radiografía.
“Yo no puedo decir quien me golpeó, si fue un guardia nacional o un particular, porque me pegaron por la espalda”, expresó.
El presidente de la Asociación de Comerciantes, Félix Saavedra, declaró que todo lo originó la pretensión del alcalde de manipular la venta de alimentos en el municipio.
Explicó que desde el viernes la población se encuentra militarizada porque un comerciante no aceptó entregarle al alcalde o a su hijo la mercancía que le había llegado.
“Aquí todo el mundo rechaza los CLAP, al alcalde, su hijo y al jefe del Sundde porque lo que están dándole a los habitantes es hambre.
Mientras gran cantidad de personas esperaba frente al comando de la GN, reforzada desde el viernes, los resultados de una reunión, en Palo Verde, las amas de casa y jefes de familia volvieron a cerrar la vía, hasta las doce y media, cuando les informaron que se había acordado restituir a los bodegueros y comerciantes en general la venta de los alimentos, sin intervención de la alcaldía o el Sundde.
“Preferimos las colas en las bodegas que los CLAP”, afirmó una de las mujeres en Palo Verde.
