El Arzobispo de Mérida, Monseñor Baltazar Porras, rechazó nuevamente este lunes, los hechos de violencia suscitados el pasado primero de julio, donde un grupo de seminaristas fue atacado por presuntos colectivos que hacen vida en la entidad andina.
«Un grupo de colectivos bajo la denominación de prestar el servicio de moto taxi se adueñaron de la ciudad y hacen a sus anchas lo que quieren mientras que los órganos de seguridad del estado no se presentan para interrumpir la situación”, denunció.
En declaraciones al circuito Unión Radio, el alto prelado explicó que el viernes estaba previsto un acto en la Federación de Centros Universitarios de la Universidad de los Andes, núcleo Mérida en el que Lilian Tintori, esposa del líder de Voluntad Popular Leopoldo López, se reuniría con sus seguidores y mientras eso sucedía, los grupos de motorizados atacaron a todos los que se movían por las inmediaciones de la ciudad de Mérida.
“Cuatro jóvenes estudiantes de bachillerato del seminario, que iban a clases de inglés fueron agredidos, desnudados y golpeados por estos antisociales que actúan con total impunidad, pues no hay policía ni Guardia Nacional que impidan estos atropellos”, condenó.
Explicó que las agresiones fueron bastantes y graves y uno de los jóvenes se mantiene en un centro clínico de la entidad, debido a los traumatismos causados por parte de este grupo de personas a los que calificó como «fanáticos».
“El fanatismo no puede apoderarse a placer de la ciudadanía. Este paramilitarismo que utiliza a estos grupos para no permitir que nadie que no sea afín al gobierno, no puedan manifestarse o reunirse es inadmisible”, sostuvo.
Exhortó a las autoridades competentes a que investiguen los hechos irregulares que se han llevado a cabo en los últimos días en la ciudad de Mérida y aprovechó la oportunidad para aplaudir la designación de un Fiscal del Ministerio Público, para que inicie a la brevedad posible las pesquisas.
Para finalizar, el alto prelado y ex presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, agradeció la solidaridad por parte de la región como a todo el país y América Latina, quienes expresaron su más rotundo rechazo ante la situación, que podría hasta calificarse como un ataque religioso.
“Esto llama la atención a toda la población de cómo debemos caminar pacíficamente y así buscar una solución a esta crisis tan terrible que vive Venezuela y que pareciera que por medio de estos grupos lo que se quiere es acrecentar un tipo de violencia que a lo único que conduce es al dolor y a la muerte y esto no puede ser admitido”, finalizó.