Arturo, un oso polar de 31 años, el último que se hallaba en cautiverio en Argentina, murió el domingo en el zoológico de Mendoza (oeste), paseo cerrado al público tras la muerte de decenas de animales.
El oso, por cuya liberación la organización Greenpeace había reunido miles de adhesiones en 2014, había sido traído desde Estados Unidos 23 años atrás.
«Arturo fue un caso testigo. Esperamos que sea el último oso polar retenido en un zoológico de nuestro país y que su caso obligue a las autoridades a rever la situación de las demás especies exóticas que sobreviven en su misma situación» dijo Soledad Sede portavoz de Greenpeace en un comunicado. El zoológico de Mendoza, que cuenta con 2.000 ejemplares en 48 hectáreas, fue cerrado al público a mediados de junio tras la muerte de unos 64 animales entre diciembre pasado y mayo de este año.