Entender el proceso político venezolano pasa por analizar la involución que hemos experimentado durante el gobierno revolucionario. ¿En qué nos equivocamos como sociedad democrática para merecer esto? ¿Cuáles fueron las causas que permitieron a los venezolanos mirar con admiración a los militares golpistas del 92 y reeditar el militarismo corrupto como forma de gobierno? ¿Qué razones hubo en importantes sectores políticos y económicos para permitirse la ligereza de apoyar a los insurgentes del 92, sin importar las consecuencias de semejante decisión? Estas y muchas otras, son las interrogantes que deberán hacerse los historiadores, sociólogos y analistas, para buscar respuesta a las barbaridades ocurridas en este país durante los últimos 27 años. A partir del tristemente recordado… «Caracazo».
Así… así… ¡así es que se gobierna!.. Gritaba la muchedumbre delirante. Embriagados de un poder ficticio que creían poseer. Ciegos de odio y revanchismo porque habían encontrado el camino para canalizar sus deseos de venganza contra el patrón que maltrata a la clase obrera y campesina: El comandante. Su igual que empuñaba la espada del Libertador para arrasar con la oligarquía y restituir los derechos del pueblo. Confiscar tierras y empresas productivas, aunado al cierre masivo de medios de comunicación, sería parte neurálgica de la receta castrista para domesticar al país y perpetuarse en el poder…
Hoy, apenas 17 años y medios después, luego de acabar con la mayor parte dela plataforma productiva del país, esa misma muchedumbre que vitoreaba al comandante que sembró odio y deseo de venganza por todos los rincones de Venezuela, cosecha el producto revolucionario derivado de la irresponsabilidad más grotesca jamás vista en el mundo civilizado en relación al manejo inadecuado de los asuntos públicos. Ese pueblo sediento de venganza, hoy llora por hambre en las colas para poder comprar comida. Muere de mengua a las puertas de los hospitales por falta de insumos y medicinas. Es abatida despiadadamente por el hampa desbordada que acaba con la vida de al menos 25 mil venezolanos todos los años. Lo más triste, nuestros niños desfallecen en las escuelas con severos cuadros de desnutrición.
Es triste el resultado de este oscuro episodio de nuestra reciente historia. Diluir nuestras potencialidades de desarrollo en manos de la indecencia, resulta inaceptable para un país como el nuestro. Bajo ninguna circunstancia podemos permitir que nos obliguen a vivir miserablemente, porque a una reducida cúpula corrupta le da la gana. Mientras los jerarcas rojos disfrutan grotescas riquezas, el pueblo tiene que humillarse para poder comer. Lo más vergonzoso, es que niegan todo frente a las cámaras de televisión de todo el mundo, con inaceptable descaro y cara dura…
Mis comentarios:
.- Que ironía, la comida importada que dejaron podrir en los puertos y con la cual se enriquecieron, hoy hace falta para alimentar al país y evitar la debacle electoral…
.- Vivimos un karma colectivo que debemos superar mediante la reconciliación y el perdón. Valorar lo que tuvimos y dejamos perder por actuar con odio, es parte del obligante aprendizaje.
.- Debemos sanar las heridas sociales y trabajar juntos por la reconstrucción nacional.
.- Este país de todos, tenemos que construirlo entre todos… (Rómulo Betancourt)
Porque ellos no duermen si no han hecho mal,y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno… (Proverbios 4:16)
SERGIO BORGEL