La dictadura comunicacional de estos 18 años ha conseguido que los venezolanos están perdiendo su autoestima, llevándonos al menosprecio de nuestra ciudadanía y a la subestimación personal.
El régimen con las mentiras de su “verdad oficial” nos está acostumbrando y llevando a la “incultura” del sentimiento y a “la incapacidad de expresar lo que piensas y sientes”, cuando, por ejemplo, preguntas a otros: ¿hasta cuándo seguiremos desgobernados por estos malandros? Veamos, cuáles son los cultos a la habituación, a la racionalización, al autocontrol irracional que nos imponen versus la “libertad”, presente en nuestra Constitución.
1. El culto a la habituación
Habituarse es acostumbrarse, insensibilizarse, endurecerse. Sacar callo es útil en algunas ocasiones; por ejemplo, en las colas, cuando ves a los bachaqueros y, últimamente, a las comunas-CLAP haciendo de las suyas. Si te callaste anulas como persona. Tu universo quedará reducido a un paquete de conductas, todas predecibles y establecidas de antemano por la “verdad oficial” que te miente a cada instante. ¿Quién sino ellos han creado la guerra económica contra su pueblo?¿Cómo puedes recompensarte a ti mismo, si has permitido te quiten el don de la sensibilidad y del asombro?
2. El culto a la racionalización
Te convertirá en una especie de computador ambulante. Inicialmente, puede que ya estés filtrando todo sentimiento para evaluarlo si es conveniente, adecuado o justificado, pero a la larga,te irás preguntando, tratando de explicarte los ¿por qué? de lo que te dicen e imponen, que tarde o temprano, el resultado es aquel: “quien no es chavista, no es venezolano”, que en la práctica viola la Constitución y que cono en el CLAP pone a la clase media empobrecida en desigualdad de los derechos constitucionales de que “todos los venezolanos somos iguales ante la ley”.¿Cómo recompensarte a ti mismo, si te dejas maniatar tu libertad y tu ciudadanía?
3. El culto al autocontrol
Poco a poco, en dictadura y/o tiranía, poco a poco, impondrá un dique de contención a “todas” tus emociones y sentimientos, hasta temer excederte si desafías las mentiras oficiales. Te olvidarás de sentir y gozar y te convertirás en un constipado emocional.
Un autocontrol moderado, bien discriminado, inteligente es imprescindible para resistir a más de una tentación destructiva. Los venezolanos, con su picardía, lo saben: no quieren muertos ni heridos; hemos aprendido cómo enfrentar esta dictadura.
La vida es una tensión interior entre lo que “quiero, debo y no debo hacer” y la sabiduría está en mantener el equilibrio necesario para discernir cuándo ceder y cuándo mantenerse firme ante los principios. En dictadura, te quitan eso y mucho más. ¿Por qué lo permites?
La libertad
Grábatelo: no hay felicidad, si el temor a la represión se ha instalado en tu mente y te callas.¡Suéltate! ¡Deja que fluya tu creatividad, tu corazón, tu mente! Si a la gente con poder no le gusta verte emocionalmente libre, es su problema. ¿Hace cuánto que no eres espontáneo, ni verdaderamente expresivo, ni libertario?
La buena noticia es que tu esencia, tu conciencia no muere; duerme, pero no desaparece. Sólo toca despertarla, remover el cuerpo y el alma para que aflore y vuelva a hacer de las suyas. ¿Quieres saber cómo? Debes fortalecer “tu autoestima”. Verás cómo al fortalecer el amor propio y la dignidad, obtendrás esa seguridad que te permitirá crecer positivamente en todos los aspectos de tu vida y enfrentarte a los que roban poderes que el pueblo no les otorgó.
