“Hace falta personal”, fue lo primero que dijo la fuente que no quiso ser identificada; haciendo énfasis en esto incluso antes de mencionar la ya famosa escasez de insumos médico quirúrgicos, equipos para exámenes y medicinas.
Enfermeras, camareras y galenos sufren por esto, debido a la necesidad de contratar nuevos trabajadores que permitan no solo menor presión para quienes laboran actualmente en el centro de salud, sino además que se tenga una mejor calidad en la atención, al menos desde el punto de vista de recurso humano.
Médicos especialistas pocos hay, destacándose las áreas de neumonología, radiología, medicina interna y anestesiología, lo que significa una gran limitante en el hospital. Igual pasa con las enfermeras y camareras; quienes multiplican sus responsabilidades sin recibir una mayor remuneración. Las suplencias son un mito en la entidad de salud, pues ni siquiera por beneficio post natal se asigna a alguien que supla, e incluso llegan a exigirles a los trabajadores que envíen a una persona a la cual deben cancelarle.
Más allá de lo ampliamente conocido en cuanto a medicamentos, en el hospital Luis Gómez López, también se destacan las precarias condiciones en cuanto a infraestructura; lo que es fácilmente visible en su fachada.
Al menos dos consultorios fueron clausurados por las graves filtraciones que se generan, llegando incluso a inundar la unidad de asma. “Por aquí las cosas se ven bonitas así, pero cuando llueve hay paredes que parecen una cascada y todo esto se llena de agua”, dijo el personal, quien agregó que “es algo que debería resolverse rápidamente y más porque se trata de esta área en donde se atienden a personas con problemas respiratorios y no debería ser atendidos en espacios con tales condiciones”.
Además de las filtraciones el recinto hospitalario actualmente no tiene su único ascensor funcionando. Esto ha generado que desde hace un mes, hombres y mujeres estén ubicados en la misma planta, para evitar que suban o bajen por las escaleras.
Esto mantiene al hospital atendiendo únicamente emergencias quirúrgicas, siendo suspendidas las cirugías electivas.
Otra historia son los quirófanos. De cuatro que se tienen, dos están siendo remodelados desde hace más de un año, lo que por supuesto genera que no se trabaje en toda su capacidad.
El drama cotidiano
A pesar de lo “típico” que se ha llegado a convertir no encontrar las medicinas, no deja de preocupar tanto a médicos como a pacientes.
“Cuando viene alguien y dice que no consiguió las medicinas, que cómo hace, quedamos en las mismas, sin saber qué responder porque no se sabe qué hacer”, dijo.
Los galenos se han visto en la necesidad de hacer una especie de estudio de mercado para conocer aquellos fármacos que no están desaparecidos en su totalidad y así intentar darle opciones al afectado, pero cada día que pasa es una alternativa menos, debido a que aseguran que no se hace nada para solucionar el crítico problema.