El automóvil es una de las cosas más deseadas: es visto como imprescindible en la realización de nuestra necesidades cotidianas, pues amplía nuestra libertad de movimientos y está permanentemente a nuestra disposición. Adicionalmente, nos mantiene el ego: el automóvil le informa a nuestros congéneres acerca de nuestros medios de fortuna y lo hace sin que tengamos que hablar de ello: basta sacarlo a la calle y ya todo el mundo sabe quiénes somos y que tenemos.
Pero el costo total del automóvil es enorme, tanto para su propietario como para para la sociedad y el medio ambiente. Algunas de los gastos asociados al automóvil los pagael propietario mismo, pero muchos otros los paga la sociedad en conjunto, aun si una parte importante no posee automóviles.
Los automóviles representan un gran desperdicio de energía. Apenas un 5-15% de lo que gasta engasolina es para mover al peso del conductor, el resto se consume para mover al vehículo mismo. Ningún artefacto domestico despilfarra tanta energía, ni siquiera aquellos que están encendidos las 24 horas, como una nevera. Al contrario, una bicicleta que pesa unos 25 kilogramos puede transportar a un hombre de 90
El automóvil es un gran generador de humos y vapores tóxicos que producen cáncer, asma y otras enfermedades que reducen el tiempo y la calidad de vida especialmente en los centros urbanos más contaminados. Se ha estimado que, en Estados Unidos, unas 60.000 personas viven 10 años menos a causa de la contaminación, comparándolo con el tiempo de vida de los que habitan áreas menos contaminadas. En cambio, el uso de la bicicleta contribuye a conservar la salud de quien la usa y de su entorno.
El transporte es la causa principal de la crisis ambiental. Los aviones son el medio de transportemás contaminantes pero el volumen de pasajeros transportado es mínimo comparado con el que utilizan automóviles privados: Un 60% de norteamericanos jamás toma un avión en toda su vida y otra fracción importante apenas si lo hace un par de veces al año. Así, si los viajes aéreos aportan solo 8% de los gases invernadero, mientras que automóviles, autobuses y camiones lo hacen en un 83%.
Además, un avión, para poder volar, debe tener los motores muy bien mantenidos. En cambio, un automóvil puede circular sin prestarle ninguna atención a la eficiencia en el uso del combustible y contaminar a mas no poder.
Los automóviles representan la causa más importante del calentamiento global y desus consecuencias: tormentas catastróficas, sequias, inundaciones, aumento del nivel de los mares, perdida de tierras agrícolas, deterioro de ecosistemas esenciales para la vida natural, etc.
Al numero de muertos y heridos por accidentes el público no se le presta mucha atención porque el asunto, aunque masivo, es difuso: no todos los días vemos accidentes viales, pero las víctimas, en el curso de un año, suman el equivalente a la caída de muchos aviones con centenares de pasajeros, algo que ciertamente llamaría poderosamente la atención.
Todos estos factores son parte de las razones por las que las autoridades de muchos países están haciendo un esfuerzo notable para reducir el uso de los automóviles privados, favoreciendo los transportes colectivos y la bicicletas.
